Neymar no falla el tiro

Cuando faltaba un minuto para acabar el partido, se orientó el esférico y metió el interior del pie para efectuar un remate que medio estadio de Mestalla festejó. Segundos después, lo celebró la otra mitad. Resulta que Neymar abolló el poste y el Real Madrid rubricó su triunfo en la final de la Copa del año pasado. No fue, en cualquier caso, un error aislado del 11, pues le costaba horrores embocar. Ahora, sin embargo, es otro, hasta el punto de que ha seducido al gol para tenerlo de su parte, definidor superdotado.

En el vestuario del Barça lo tienen claro. “Es un jugador con el que sabes que siempre puede pasar algo. Tiene desborde y remate, además es generoso en los metros finales”, cuentan. Pero menos que en el curso anterior, cuando antes que a la portería atendía al desmarque de Messi. Así, acumuló ocho asistencias de gol por una que contabiliza ahora, quizá porque ahora es él quien da profundidad y tira los desmarques.

Ya es el quinto máximo goleador de Brasil, detrás de Pelé, Ronaldo, Romario y Zico

Lo suyo, como expresó en el Santos, es el remate. Y tiene la mirilla calibrada, hasta el punto de que suma 10 goles en otros tantos partidos ligueros, además de otros dos en la Champions y siete con Brasil, santo y seña de Dunga como lo fue de Scolari. Los dos últimos, actuando con la libertad del mediapunta, se los endosó el miércoles a Turquía en el Sukru Saracoglu, estadio que acabó por ovacionarle. “Fue algo inexplicable”, convino el jugador; “desde hoy este es un país y un estadio que siempre van a estar en mi corazón. Estoy muy agradecido”. Goles que le situaron, además, como el quinto máximo artillero —42 dianas— de La Canarinha, sólo superado por Zico (48), Romario (55), Ronaldo (62) y Pelé (77).

La puntería de Neymar no parece tener fin, versión optimizada de la exhibida en el curso anterior, cuando a estas alturas sólo había celebrado tres goles. O, lo que es lo mismo, marcó un tanto cada 193 minutos por los 64 que necesita ahora, sólo superado por Cristiano Ronaldo (52), que es el pichichi con 18 redes en Liga. “Este es el mejor momento de mi carrera deportiva”, concede el delantero. Al menos, en cuanto a acierto, toda vez que marca un tanto cada 2,7 remates, por los seis que requirió en el ejercicio pasado. “No fue tan regular como en esta temporada”, admite el director deportivo, Andoni Zubizarreta. “Ya sabíamos que Neymar era cuestión de tiempo. Es diferente, con una calidad inusual, capaz de decidir partidos”, se felicitan desde el Barça. Tanto, que 11 de los 25 puntos del equipo le pertenecen.

Su buen momento coincide con cierta estabilidad judicial. “Mi padre lo solucionó y ahora está todo claro y tranquilo”, dijo el 11 hace poco. Aunque el Barça sigue encausado por el traspaso del jugador —declararon haber gastado 57 millones cuando se superaron los 100—, ahora aspira a que no derive en una causa penal, sino que sea sólo una interpretación fiscal que se resuelva con una multa. Un revés, en cualquier caso, para la entidad, que no para el jugador.

Agitador sobre el césped, vertical en un equipo que ahora tiende a la vía directa, el mejor socio posible de un Messi que ha dado un paso atrás para dar un pase adelante —aunque queda por ver si se altera el ecosistema con la entrada de Luis Suárez—, Neymar ha explotado en el remate a cambio de perder regate (ha pasado de tres a dos por partido). “Y lo que le queda”, se relamen desde el vestuario y desde el club.