El Apache retoma las pinturas de guerra
Carlos Tévez, delantero argentino del Juventus, regresa a La Albiceleste Ha completado un arranque demoledor en Italia, donde suma seis goles en nueve partidos El último tanto ante el Parma recordó a los de su ídolo Maradona
Aunque la pausa nunca le resultó importante, el tiempo sí fue un elemento a tener en cuenta para Carlos Tévez (Ciudadela, Argentina, 1984). La vida del futbolista argentino ha transcurrido entre episodios pasionales que van desde la emoción más incontenible a la ira o el miedo más desconcertantes. Por eso todo adquiere un aspecto transparente, muy cambiante en cuanto a su tonalidad, como si el abanico de colores ofreciera una respuesta para cada situación. Del marrón más profundo de Fuerte Apache, su barrio en Argentina (de nombre real Ejército de Los Andes y uno de los lugares con la tasa de criminalidad más alta del país), al amarillo de São Paulo, pasando por el gris de Londres y Manchester hasta llegar a la sobriedad y elegancia del negro de Turín.
Ese paisaje multicolor ha forjado a Tévez, que en febrero cumplió 30 primaveras, y que tres años después de su última convocatoria con Argentina volvió a La Albiceleste del Tata Martino, con la que ayer derrotó a Croacia (2-1), gracias a su gran arranque con el Juventus, donde suma seis goles en ocho partidos. El último de ellos ante el Parma, en el que emuló a Maradona trasladando el balón desde su campo hasta el fondo de la portería rival mientras dejaba por el camino a unos cuantos defensores.
Admiramos a tu hijo. Estamos enojados con Sabella porque no le convocó" Los secuestradores a su padre
"Si no fuera por el fútbol estaría muerto o en la cárcel. O a puede que tirado por ahí, drogado ". Así se confesó el jugador en 2011 en una entrevista para La Garganta Poderosa, una revista editada en un barrio de Buenos Aires de características similares al suyo. "Nadie nace para ser ladrón pero vivir en la pobreza es muy duro y uno puede caer en el dinero fácil", añadió. Criado por sus tíos maternos Segundo Raimundo y Adriana Noemí, de los que adoptó su apellido dejando de lado su sobrenombre biológico, Martínez, a los diez meses un jarro de agua hirviendo cayó accidentalmente sobre su cuerpo, lo que le dejó para siempre una cicatriz que le recorre el cuello y le llega hasta el pecho. Tévez ha transformado esa marca en un elemento de orgullo, negándose a pasar por el quirófano para deshacerse de ella.
Vídeo: Gol al Parma (Juventus, 7 - Parma, 0)
Las penurias vividas en el barrio del que recoge el apodo de Apache moldearon un carácter luchador y villero (callejero) que ha encandilado a los aficionados de todos los equipos por los que ha pasado (Boca Juniors, Corinthians, West Ham, Manchester United, City y Juventus). Por eso decidió demandar al editor de un programa de la televisión argentina cuando hace tres años le parodió con un guiñol al que bautizó como Carlitos feo (en alusión a Brenda Asnicar, su pareja entonces y protagonista de la serie Patito feo), en el que se mofaba de la inteligencia del jugador, de su incapacidad para expresarse en inglés y de su pasado humilde en Argentina. En aquel momento vivía en Manchester y defendía la camiseta del City (2009-2013), tras haber vestido durante los dos años anteriores la del vecino United, al que llegó procedente del West Ham (2006-2007). Un cambio de indumentaria que provocó la indignación de los seguidores de los red devils que sacaron a la calle un camión de basura para recolectar las camisetas del que fuera su exjugador como señal de desprecio.
En siete temporadas en Inglaterra marcó 85 goles. Suma ya 25 tantos en un curso y medio en Italia
Peleado con Roberto Mancini, entrenador de los citizen, abandonó la Premier League dos cursos atrás dejando un bagaje de 85 goles en las siete temporadas disputadas, siendo el máximo goleador en la 2010-2011 con 21 tantos y en las que consiguió tres campeonatos domésticos. Tentado por el París Saint Germain francés e Inter y Milan italianos, decidió fichar por el Juventus con el que completó un primer año notable anotando 19 tantos y levantando el scudetto. Sin embargo, Alejandro Sabella no le incluyó en la lista de Argentina para el Mundial de Brasil. "Todo el mundo me pregunta por qué no estoy, pero yo no debo responder a esa pregunta porque le estaría faltando el respeto. Las cosas son como son y punto", concedió.
Su peor desgracia en verano no fue sólo tener que ver a su selección derrotada en la final ante Alemania por la televisión. En el mes de julio una banda de ladrones secuestró a su padre cuando abordaron su coche en Morón (Buenos Aires), mientras este se dirigía a su empresa de construcción. Aunque fuentes de la investigación confirmaron después que el secuestro fue fruto de la casualidad, pues los asaltantes descubrieron la identidad de su víctima tras revisar los papeles del vehículo, lo cierto es que es que Segundo, de 52 años, permaneció retenido durante ocho horas hasta que su familia desembolsó los 400.000 dólares que exigían por su rescate. Tras entregarles esa cantidad fue liberado sano y salvo. "Admiramos a tu hijo. Estamos enojados con Sabella porque no le convocó", fueron algunos de los comentarios que realizaron los secuestradores al padre del jugador.
Superado el susto, Tévez ha vuelto demostrar que entiende el fútbol como parte de su propia esencia, y que a Argentina también se llega desde Italia. Lo celebra la Juve y lo aplaude su barrio. Sigue viviendo la vida en color.
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