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Adiós al baloncestista español

En una Liga con 75 nacionales de un total de 206 jugadores, el Baskonia se midió al Manresa sin ninguno nacido en España

Robert Álvarez
Shengelia, con el balón, ante Sakic y Samuels en el Baskonia-Manresa.
Shengelia, con el balón, ante Sakic y Samuels en el Baskonia-Manresa.David Aguilar (EFE)

El jugador español de baloncesto escasea cada vez más en la Liga Endesa. La cosa llega a tal extremo que el Baskonia disputó el domingo su partido ante el Manresa sin ningún baloncestista nacido en España. El hecho tiene pocos precedentes. Hace 14 años, el equipo vitoriano disputó algunos partidos sin españoles ya que los dos con los que contaba, Sergi Vidal y Dani García, no pisaron la cancha. Esta temporada el Baskonia solo dispone de un jugador nacido en España, Fernando San Emeterio. El alero cántabro, lesionado, no pudo competir contra el Manresa.

La normativa sobre el marco de contratación establecida esta temporada por el Consejo Superior de Deportes de acuerdo a las disposiciones de la Unión Europea dispone que cada plantilla con un mínimo de 10 baloncestistas —la mayoría en la ACB son de 11 o 12— cuente con un mínimo de cuatro jugadores de formación. Se entiende como tales a aquellos comunitarios y/o asimilados que se han formado en España. Pero para que sea considerado como jugador formado en España deben haber sido inscritos durante tres temporadas en algún equipo afiliado a la Federación Española entre el segundo año en categoría infantil, desde los 13 años, y el segundo año de categoría senior, hasta los 20 años. El Baskonia cumple con ese requisito porque, además de San Emeterio, tiene en su plantilla a los hermanos senegaleses Mamadou e Ilmane Diop: el primero empezó en el cadete del Villa de Adeje (Tenerife) antes de pasar, como su hermano haría después, a la Fundación Baskonia. Y el cuarto asimilado es el georgiano Shengelia, formado en el Valencia.

El hecho de que no jueguen españoles en la Liga no es lo mejor ni para la competición ni para el baloncesto" Alfonso Reyes

La pasada temporada el cupo era de cinco jugadores pero una denuncia ante Bruselas propició que el CSD lo redujera a cuatro. La preocupación en la Asociación de Baloncestistas Españoles (ABP) es evidente. Alfonso Reyes, que el pasado verano tomó el relevo de José Luis Llorente como presidente, puntualiza: “No han incurrido en ninguna ilegalidad ni en alineación indebida, pero el hecho de que no jueguen españoles en la Liga no es lo mejor ni para la competición ni para el baloncesto”. Alfonso Reyes puntualiza que no se trata de un debate gremialista. “No es una cuestión de chovinismo. En nuestra asociación están incluidos los extracomunitarios, pero esta situación tampoco es buena para ellos porque, si se devalúa la competición, los extranjeros no tendrán tantos motivos para jugar aquí. El deporte profesional tiene mucho que ver con la afinidad del espectador, con su identificación con el equipo. Por eso es bueno que jueguen españoles o que por lo menos se logre una continuidad de los extranjeros, que no se cambien de manera continua, para que se produzca esa identificación con el equipo”.

La Liga Endesa cuenta con 18 equipos y unos 206 jugadores, de los que unos 84 son españoles. Los números no son exactos debido a que en cada jornada se pueden producir altas y bajas. Además del Baskonia, los equipos que cuentan con menos jugadores nacidos en España son el Barcelona (Navarro y Abrines) y el Unicaja (Fran Vázquez y Carlos Suárez). Los equipos que cuentan con más jugadores nacidos en España son el FIATC Joventut, con seis, además de Abalde, un jugador del equipo vinculado que ha jugado ocasionalmente, y del senegalés Savané, que posee la nacionalidad española y lleva 14 años compitiendo en España.

La normativa establecida por el CSD exige que cada club cuente cuatro profesionales formados en España

También cuentan con seis jugadores nacidos en España el Gipuzkoa Basket y el Estudiantes. El equipo madrileño cuenta, además, con el argentino Van Lacke, nacionalizado y que lleva 12 años compitiendo en España. “Lo importante”, remacha Alfonso Reyes, “es la vinculación, a través de jugadores españoles o de extranjeros que lleven tiempo aquí. No puede ser que un equipo cambie a 15 o 20 jugadores al año porque al final ni el propio aficionado sabe a quién va a ir a ver la semana siguiente”.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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