James encuentra la solución

Madrid y Levante afrontaron problemas parecidos pero contaron con distintos jugadores para resolverlos. Las dificultades para elaborar y alcanzar posiciones de remate con claridad se hicieron manifiestas durante la primera media hora del encuentro que disputaron en el Ciutat de Valencia. Se impuso el Madrid con una autoridad aplastante, consecuencia del nivel de su plantilla. Pero antes de abrir el dique debió dar con la tecla. Ahí se destacó James por su inteligencia y toque sutil. El colombiano encontró la solución en un par de acciones que reventaron el partido.

Ancelotti dejó en el banquillo a Bale para dar acceso a Isco. La medida persiguió avanzar en la construcción de las jugadas. Esto no fue lo que sucedió. El Madrid manejó la pelota con mucha clase pero le costó más de la cuenta profundizar entre las líneas de un adversario bien ordenado en su campo. Solo las intervenciones de James rompieron con lo previsible en esos primeros intercambios. El colombiano se movió por todas las franjas del ataque y lució su pase. La primera de sus entregas decisivas, desde la derecha, perpendicular a la zaga local, sincronizó el desmarque de Chicharito. El mexicano entró como un tiro en el área antes de que Juanfran lo derribara. El árbitro decretó penalti y Cristiano lo ejecutó. Corría el minuto 13 y el Madrid había dado su famoso primer golpe (0-1). Esa estocada de la que muy pocos logran recuperarse. El Levante no fue la excepción.

James volvió a intervenir en el 0-2. Faltaban diez minutos para el descanso. Fue tras un rechace, la defensa del Levante salía del área y el balón cayó a los pies del mediapunta. Oteó el horizonte, armó la zurda, y envió el centro tocadito. Con el efecto justo y entre los centrales. A la cabeza de Chicharito, que, una vez más, se desmarcó con sentido de cobrador. El gol cumplió con la línea precedente: este Madrid arrasa en jugadas generadas a partir de centros laterales, con tiros desde fuera del área, y al contragolpe. De otro modo, le cuesta demasiado definir, considerando el talento de sus jugadores y los espacios que le brindan en días como éstos.

El calor de la tarde y los goles en contra cocinaron al Levante. El descanso alteró la disposición del Madrid, que regresó tirándose unos metros atrás. La táctica buscó controlar mejor el partido y abrir espacios para Cristiano. Fue exactamente lo que sucedió. El Levante se mostró impotente para amenazar la portería de Casillas, desapercibido todo el partido, bien protegido por Pepe y Nacho. Camarasa dirigía una maniobra ofensiva a unos metros de la cabeza del área cuando Isco le robó la pelota y avanzó recortando. Cristiano lo acompañó a la carrera, recibió la pelota, regateó a Rodas y a Juanfran y remató sobre la salida de Mariño. Concluida la competición, el 0-3 inauguró el periodo de exhibición. A los dos minutos, pasada la hora del encuentro, Kroos diseñó un pase bombeado, transversal, exacto. Tan justo como el desmarque de James a la espalda de López, el control con el pecho y el disparo a la base del palo. Fue el 0-4. Un gol bellísimo.

Ancelotti cambió a Kroos y a Modric por Illarra y Medrán, que debutó con el primer equipo. A modo de epílogo, Isco hizo su gol, tranquilamente, gustándose. El quinto de la tarde (0-5). Último gesto relevante del Madrid antes de un clásico (el próximo sábado a las 18-00 en el Bernabéu) que servirá para determinar el verdadero calado competitivo de un equipo de apariencia formidable.