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Un mal viaje al pasado

El Atlético sufrió ante el Valencia los mismos problemas defensivos con los que se encontró Simeone a su llegada en 2011

GORKA PÉREZ
Koke, Griezmann, Arda y Gabi, tras encajar un gol ante el Valencia
Koke, Griezmann, Arda y Gabi, tras encajar un gol ante el ValenciaALBERTO IRANZO (DIARIO AS)

En sólo 13 minutos el Valencia provocó que el Atlético se encontrase de repente con todo aquello de lo que había tratado de escapar en las últimas cuatro temporadas y que ya señaló Simeone en su llegada al Calderón en 2011. "Nos gusta un equipo agresivo, un equipo fuerte, aguerrido, contragolpeador", dijo el argentino el día de su presentación. En Mestalla presenció un avistamiento desconcertante, como quien se mira al espejo y se observa las arrugas después de haber pasado por el quirófano.

El Valencia encaró el partido tratando de saltarse el camino intermedio que va desde la salida del balón hasta su entrega a la delantera. Y le funcionó.

Decidió Simeone dar descanso a los laterales titulares (Ansaldi y Juanfran) e introducir en su lugar a Siqueira y Gámez, que si bien comparten características físicas y técnicas, no consiguieron mantener el nivel de exigencia de la defensa del Atlético, apartado capital para que los rojiblancos puedan afrontar con garantías cualquier partido. En lo que va de temporada el Atlético ha recibido 57 remates, lo que da una media de ocho disparos por encuentro. Sucede que el Valencia encaró el partido tratando de saltarse el camino intermedio que va desde la salida del balón hasta su entrega a la delantera. Y le funcionó. Utilizó el equipo de Nuno el golpeo en largo para evitar la presión del centro del campo rojiblanco, y en uno de esos desplazamientos encontró lo que buscaba. Miranda y Moyá no se pusieron de acuerdo para despejar un balón alto y el central brasileño lo introdujo en su portería ante la desesperación del meta y la incredulidad de Simeone.

Simeone gesticula durante el partido ante el Valencia
Simeone gesticula durante el partido ante el ValenciaAlberto Saiz (AP)

Después llegó el tanto de André Gomes y el tercero de Otamendi de nuevo de cabeza en un saque de esquina. Fue más agresivo el Valencia que el Atlético, que realizó 22 faltas, por 17 de los rojiblancos, recibiendo cuatro amarillas, por dos de los colchoneros.

En la temporada 2010-2011, antes de la llegada de Simeone, el Atlético había recibido 517 disparos en contra (14 remates por partido) y encajó 53 goles. Esa cifra se redujo sustancialmente con el argentino en el banquillo hasta los 436 (11 por partido) y redujo la cifra de goles recibidos a 46. Esa merma en la cantidad de ocasiones recibidas vino provocada, entre otras cosas, por un aumento en el volumen de faltas realizadas. De 561 infracciones hace cuatro temporadas, se pasó a 685 y a 593 el curso siguiente. Sin embargo, en las últimas dos temporadas, el Atlético ha encajado cinco goles en propia meta (tres en la 2012-2013 y dos en la 2013-2014).

Si bien la apuesta de la dirección deportiva del Atlético para la portería tras el regreso de Courtois al Chelsea es la de Moyá por delante de Oblak, el portero más caro de la Liga (16 millones de euros), decisión bien recibida por el vestuario rojiblanco, la sombra del portero belga todavía es alargada y defensa y portería siguen conociéndose. La envergadura de Courtois, 199 centímetros, es notablemente superior a la del español, 10 centímetros más bajo, lo que merma la tranquilidad que transmite el mallorquín en los balones divididos por alto.

A pesar del golpe, los rojiblancos demostraron capacidad física y mental para tratar de meterse de nuevo en el partido. Primero con un tanto de Mandzukic y después con un penalti antes del descanso que les colocaba ante un escenario diferente. Sin embargo, Siqueira no engañó a Alves y el marcador no volvió a moverse hasta el final. Pidieron los rojiblancos otra pena máxima por una mano de Barragán, que Teixeira Vitienes no señaló, e incluso Cerci envió el balón a la red aunque la jugada quedó invalidada por mano del italiano, que terminó expulsado. 

Por 13 minutos el Atlético rejuveneció cuatro años y por primera vez no le gustó sentirse tan joven como entonces. Todo lo contrario que el Valencia, hoy, encantado con su retrato.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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