Pincha el Chelsea ante el Schalke

El Chelsea, que arrasa con todo en la Liga inglesa, sufrió un frenazo anoche tras empatar a uno ante el Schalke 04 alemán, en la primera jornada de la Liga de Campeones. El líder de la Premier, que anotó 15 tantos en cuatro partidos ligueros, brilló en todo el partido por su ineficacia ante la portería de Färhmann.

Los de José Mourinho, que prefirió a la leyenda blue Didier Drogba de punta, dejando a su mejor goleador Diego Costa (con 7 goles) en el banquillo, desperdiciaron muchas ocasiones a lo largo del partido, y eso pese a las proezas de su extremo Eden Hazard en la banda izquierda y a la sangre de un Cesc Fàbregas rejuvenecido en el medio del campo. El artillero marfileño, que volvía a vestirse de la camiseta que le coronó en 2012 al máximo nivel europeo, se quedó mudo, con gas pero sin fuego. Su sustitución por el delantero de La Roja en el minuto 74 quedó en vano.

El desacierto de los atacantes lo compensó el exjugador del Barça, Cesc, muy movido, que protagonizó en el minuto 11 el único gol de los londinenses tras robar un balón a Meyer gracias a una dura entrada - lícita según el árbitro - y un doble intercambio supersónico con Hazard en la banda izquierda. Se trata de la primera diana del catalán bajo la camiseta de los Blues, después de seis asistencias. Por su parte, el exportero rojiblanco Thibaut Courtois ofreció una actuación correcta en la portería londinense. No se le puede reprochar nada sobre el gol del exmadridista Huntelaar, que empató en el minuto 61 por un patadón gracias a un gran trabajo de su compañero Draxler, el mejor jugador del encuentro.

El PSG no despega (1-1 ante el Ajax)

A los franceses les cuesta un montón arrancar en esta temporada. Los futuros rivales del Barça en el grupo F sumaron anoche su cuarto empate consecutivo después del inicio de la temporada ante el Ajax de Ámsterdam (1-1), en un partido que estuvo marcado por el regreso de dos de sus exestrellas en territorio holandés, Zlatan Ibrahimovic y, a otro nivel, Gregory Van der Wiel. El gigante sueco, que centraba todas las miradas del Arena, se movió mucho pero curiosamente fuera del área. Según las estadísticas oficiales, disputó tan solo dos balones dentro del área (contra 56 durante todo el partido).

El delantero uruguayo Cavani abrió el marcador para los parisienses en el minuto 14, después de una jugada polémica del brasileño Lucas Moura que derribó a un zaguero holandés. Los de Ronald de Boer empataron en la segunda parte gracias un golazo de tiro libre de Schöne, que estuvo a punto de anotar un doblete tres minutos después , pero su disparo otra vez de falta se estrelló en el palo. Para los franceses y su entrenador, Laurent Blanc, el encuentro ante el Barça el próximo 30 de septiembre contará mucho.