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Derbi sin complejos

Desde el triunfo del Atlético en la Copa de 2013, el Madrid siempre padece frente a los rojiblancos.

Diego Torres
Mandzukic con Varane en el Atlético-R. Madrid de Supercopa de España.
Mandzukic con Varane en el Atlético-R. Madrid de Supercopa de España.Alejandro Reusga

La final de Copa de mayo de 2013 disipó los complejos que el Atlético había desarrollado durante casi 15 años de frustraciones. El punto final del mourinhismo coincidió con el avance del equipo menos poderoso de la capital hacia su domino del derbi. Desde esa Copa, primera victoria rojiblanca después de la sequía, cada enfrentamiento ha tenido un denominador común: el padecimiento del Real Madrid, que solo pudo levantar la Décima después de 93 minutos de ansiedad. Los madridistas ya no consiguen vivir los derbis con sosiego. Han ganado tres, empatado dos y perdido tres de los últimos ocho, los celebrados desde aquella final de 2013. El duelo de esta noche (20.00 horas, Canal+) se anuncia igual de difícil.

La inesperada goleada recibida en Anoeta (4-2) ha puesto al equipo de Ancelotti frente a sus limitaciones. El Madrid dispone de una plantilla formidable pero sospechosa de desequilibrio. Proliferan los interrogantes sobre la idoneidad de las altas y las bajas, así como sobre la identidad y la competencia de los integrantes de la comisión deportiva. Esta noche comenzarán a ofrecerse las respuestas.

Amos equipos están en formación pero la Supercopa de España reveló que afrontan problemas muy distintos. El Atlético debe sobreponerse a la pérdida de talento mientras que al Madrid se le impone procesar un exceso de medias puntas. El equipo que ha constituido Florentino Pérez revela la intención estética del presidente, deseoso de eliminar pivotes defensivos sustituyéndolos por volantes de ataque. La deriva de refinamiento presenta un inconveniente: la sinfonía es difícil donde solo hay violinistas. Kroos, el más solvente de los centrocampistas, nunca antes había jugado por delante de los centrales.

Simeone, el técnico del Atlético, promete guerra psicológica. “Nosotros somos el equipo del pueblo”, dijo. Ancelotti, su homónimo madridista, lo lleva con mano izquierda. “El fútbol es el deporte del pueblo”, replicó. Esto es un juego viril, según el italiano: “No es para señoritas”. Por tanto, saltarán cascotes del tapete. Cada palmo de hierba será objeto de disputa. Sin complejos de inferioridad.

Muchos piensan que en septiembre queda tiempo para enmendar errores. No es así. En los últimos años los campeonatos se ganaron o se perdieron antes de las Navidades. El Madrid no puede permitirse quedarse sin seis puntos tan rápido si pretende evitar otro desenlace coronado por una fiesta en Neptuno. La Liga comienza a decidirse hoy en el Bernabéu.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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