“El problema es que la bici no frenó”
Contador se muestra orgulloso como nuevo líder y Nairo Quintana explica su caída
"Sí que es verdad", es la muletilla que a menudo emplea Alberto Contador para iniciar sus respuestas, habitualmente medidas por una sonrisa de tranquilidad y diplomacia. Y sí que era verdad que Contador quería ganar la Vuelta, y que estaba preparado para ello, y que pretendía hacerlo. Una vez que Alberto Contador decidió anunciar lo ya sabido, que venía a ganar la Vuelta, tras su caída en el Tour, hoy no podía echarse atrás tras conquistar el maillot rojo de líder. "Nadie lo hubiera pronosticado", afirmó, "porque nadie suponía que a estas alturas yo iba a ser líder de la Vuelta". Hoy volvió el Contador que solía, por eso era creíble que dijera que pensaba que había otros corredores que estarían por delante de él (en clara alusión a Chris Froome).
Aquí voy a por todas, pero lo que venga, vendrá" Alberto Contador
Contador transmite la idea de que las etapas anteriores eran las más peligrosas y las que indicarían cuál podría ser su rendimiento. "En los días anteriores he tirado de clase, como solemos decir, para salir adelante", aseguró. En la contrarreloj se fue a por todas. "Mentiría si dijera que no intentaba ganar la crono. Pero también mentiría si no dijera que ese tema era secundario", afirmó.
Entiende Contador que la clave está en que aquí corre "con mucha menos presión que en el Tour. Aquí voy a por todas, pero lo que venga, vendrá". Su sonrisa, esta vez, le delataba más allá de las apariencias. En sus cálculos entraba asaltar el maillot de líder en esta etapa, y medir las posibilidades de Froome, el rival de hoy, previsiblemente en su terreno. Contador lo ganó todo: Froome flaqueó y a Quintana se lo llevó la mala suerte. Lo primero le gustó, aunque no lo dijera; lo segundo no, que sí lo dijo: "La caída de Nairo ha sido una auténtica lástima. Lo cierto es que era un descenso en el que las curvas se te venían encima y eran difíciles de negociar", aseguró.
Nairo Quintana mantenía la misma cara de las victorias en la derrota. Por su mirada no es fácil distinguir cuando sufre y cuando disfruta. Su explicación de lo ocurrido fue sencilla: "Sucedió que cuando fui a tomar la curva la bicicleta no frenó lo suficiente y se me fue. Por suerte pude salir bien del incidente y aunque haya perdido mucho tiempo, ahora trataré de ayudar a Alejandro (Valverde) en todo lo posible". Preguntado sobre el hecho de ajustarse la zapatilla antes de negociar la curva, Quintana le restó importancia: "El problema es que la bici no frenó. Nada más que eso". Pero en realidad el problema empieza ahora.
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