Brasil, derrotas dulces y mensajes románticos

En uno de los enfrentamientos continentales más clásicos de la canasta, España y Brasil se han medido en 12 ocasiones con un claro dominio europeo: 9-3 (6-1 en los Mundiales y 3-2 en los Juegos Olímpicos). Sin embargo, dos de las tres derrotas de la selección española contra la verdeamarela tuvieron mucha miga y se quedaron, por distintos motivos, bien grabadas en su enciclopedia.

En la cita mundialista de 1986, el segundo cara a cara que recogen los álbumes, 30 puntos del legendario Óscar Schmidt dejaron al conjunto de Díaz Miguel fuera de las semifinales de su campeonato abocándolo al quinto puesto tras un meritorio recorrido. Una final de leyenda entre los Estados Unidos de David Robinson y la URSS de Sabonis puso colofón a la X Copa del Mundo, la segunda edición que se disputaba en continente europeo tras la de Yugoslavia 1970, y el segundo título para los estadounidenses (87-85). En pleno auge del baloncesto en España, desfilaron por el parquet madrileño del viejo Palacio de los Deportes Tyrone Bogues, Kenny Smith, y Steve Kerr; Tikhonenko, Homicius, Volkov y Tkachenko; Petrovic, Divac, Dalipagic y Cutura; el propio Óscar Schmidt y Nikos Gallis... Una colección de estrellas para el segundo gran campeonato que se disputaba en suelo español tras el Europeo de 1973. Después llegaron los Europeos de 1997 y 2007 y el presente Mundial.

Esta noche (22.00, Cuatro), en Granada, habrá una nueva oportunidad para retomar el pulso Brasil-España que, en su último precedente, levantó suspicacias y coleccionó alardes tipográficos. ‘La derrota más dulce’ se tituló en España. El 6 de agosto de 2012 en Londres, ambos equipos se midieron en la última jornada de la primera fase del torneo olímpico. Tras caer con Rusia en el partido anterior, el conjunto de Scariolo llegaba empatado a victorias con Brasil y, como su rival, se debatía entre la segunda y la tercera plaza del grupo B. La arquitectura del calendario y de los cruces generó la paradoja de que la derrota tuviera premio: el perdedor de la cita evitaría a la todopoderosa Estados Unidos de Kobe Bryant, LeBron James y Kevin Durant en unas hipotéticas semifinales.

Ante Brasil veremos la mejor defensa y el mejor ataque de los que hemos hecho hasta ahora" Juan Antonio Orenga

España dominó el partido desde el principio, con un 26-17 en el primer cuarto. Imponentes, los hermanos Gasol (25 puntos Pau, 20 Marc) lideraron al equipo hasta el 66-57 con el que acabó el tercer cuarto. Una renta razonable que el conjunto de Scariolo no supo gestionar. Un inopinado desplome en el último cuarto, que concluyó con un parcial de 16-31 para los brasileños y desembocó en el 82-88 definitivo, mandó España a la ruta menos escarpada rumbo a la final olímpica (Francia en cuartos y Rusia en semifinales). Con el bocinazo final se desataron las suspicacias.

“Será difícil ganarles porque todo está diseñado para que jueguen la final de su torneo”, polemizó Splitter ante la prensa. Después le respondió Juan Antonio Orenga, que se acordó, por alusiones de un periodista brasileño, de aquel partido de Londres: “Nosotros no somos participes de la organización. Esto es como es y se intenta ganar siempre. Llega un momento que el otro equipo también juga y no te deja o no puedes y te vas muy cabreado. El partido de Londres nos costó un disgusto importante. Intentamos jugar todo lo que pudimos y ganarles. Ahora también queremos ganarles y a lo mejor tenemos que volver a cruzarnos con ellos en cuartos”, explicó el seleccionador español, que estos días ha elegido como mensaje de cabecera la adaptación de unos de los eslóganes románticos más universales: “hoy jugamos más que ayer, pero menos que mañana”, repite tras cada partido al analizar a un equipo que está enamorando a Granada y que afronta el tramo crucial del torneo. “Ante Brasil veremos la mejor defensa y el mejor ataque de los que hemos hecho hasta ahora. Tenemos muchas ganas de empezar lo bueno”, contó Orenga tras vencer a Egipto. “Ante Brasil empieza el Mundial”, anunció Calderón.