El jefe de Mercedes media entre Hamilton y Rosberg
Los dos pilotos volvieron a dominar en el arranque del Gran Premio de Bélgica.
Un mes después de que el Mundial de Fórmula 1 dejara Hungría para afrontar el parón veraniego, lo único que ha cambiado desde entonces han sido algunas caras, todas ellas de los últimos puestos de la parrilla, donde el baile de pilotos está a la orden del día por cuestiones económicas. Por arriba todo sigue igual, esto es, con Nico Rosberg y Lewis Hamilton paseándose sin que nadie les pueda incomodar, a menos que algún elemento externo, como ocurrió con la lluvia en Budapest, abra la puerta para que se cuele algún invitado inesperado (Ricciardo en aquel caso). La pareja de Mercedes volvió a dominar en el arranque del Gran Premio de Bélgica, la primera de las últimas ocho paradas del calendario. Lo hizo por delante de Fernando Alonso, que en el segundo entrenamiento terminó a siete décimas del británico y a una del alemán. Sebastian Vettel solo pudo completar 11 vueltas por la mañana antes de que un problema en el propulsor de su RB10 le impidiera volver a rodar.
Lejos de disminuir, la tremenda superioridad de los monoplazas del fabricante de Stuttgart, que suma nueve victorias de once posibles y todas las 'pole' menos una (Massa lo consiguió en Austria), parece que incluso podría haber aumentado. Mercedes va por delante de los demás y no solo uno o dos meses sino bastantes más, y no hay ningún indicio de las cosas vayan a cambiar a medio plazo. En este duelo fratricida la regularidad de Rosberg (cuatro victorias y nueve podios) se mide al genio de Hamilton (cinco triunfos y los mismos podios que su vecino), y cada uno jugará sus cartas mientras la hinchada se frota las manos cada vez que se cruzan en la pista. En todo caso, está por ver cómo maneja cada uno la situación dado el estrecho margen que les separa en la tabla (11 puntos) y atendiendo a las chispas que saltaron en la última carrera: el equipo le pidió al chicho de Tewin que se dejara adelantar por su compañero pero éste se negó.
“Con ellos recurrimos a la mediación, al cariño pero también empleamos algunas palabras gruesas”, reconoce Toto Wolff, el director ejecutivo de Mercedes. “Uno no puede que todo sea un camino de rosas. Se trata de dos pilotos de carreras, dos tipos extremadamente competitivos que están peleando por el título”, añade el ejecutivo.
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