“Intentaré ser igual de agresivo que en 2013”

Dice Marc Márquez que no se le da bien el circuito de Brno. Pero ganó el año pasado. Y también el anterior, en Moto2. Y en 2011 fue segundo. Así que mejor no fiarse de su embarazosa modestia. Además, hace exactamente un mes estuvo en este mismo escenario en un test privado de tres días con el equipo Honda. Probaron la moto que está diseñando la fábrica alada para 2015, pero también salieron del trazado checo con las ideas bastante claras en cuanto a las necesidades que tendrán en este gran premio. Así, con la puesta a punto prácticamente decidida, el líder, campeón de las diez carreras iniciales del campeonato, tiene en Brno cierta ventaja respecto a sus rivales, con la excepción de su compañero Pedrosa, que también estuvo en aquel mismo test. Y es entonces cuando Lorenzo, un tipo al que le van los retos, con mejor físico y más confianza con la que comenzó el año, se busca en el Lorenzo que fue meses atrás.

“Me gustaría ser más rápido. Y aunque es cierto que mi moto está preparada para ser lo más rápida posible en las curvas y no en frenada, debo intentar ser igual de agresivo que lo fui en Malasia y en Valencia el año pasado”, dice. Y evoca carreras en las que llegó a tocarse con Márquez en más de una curva, como hizo en Sepang, desesperado por devolverle ataques como aquel de la última curva en Jerez; o aquella de Valencia en la que tiró de estrategia, técnica y frialdad al volante para jugar con el ritmo de la prueba y buscar el fallo del de Cervera (que no se produjo). Lorenzo se busca en el espejo. Quiere ver a ese piloto “agresivo en el cuerpo a cuerpo y en las frenadas”. Con control, puntualiza. No vaya a perder fuelle por querer ir demasiado rápido, como le ocurrió en Qatar, en la primera carrera de este año.

Los principios de carrera me están costando algunas posiciones. Hay que trabajar en ello"

Ahora, tras una excelente carrera en Indianápolis, el mismo escenario que marcó un punto de inflexión en su temporada el año pasado –desde Indianápolis hasta Valencia no se bajó del podio y sumó cinco victorias en nueve carreras–, se exige plantarle cara al campeón. Y para ello debe empezar por el principio: una buena salida. “Vi la última carrera el otro día por televisión y me di cuenta de que con una buena salida o si hubiera tomado antes la decisión de adelantar a Dovi o a Marc el resultado podría haber sido mejor”, reflexiona. Y añade: “Es una buena lección para el futuro”.

Dice no saber la razón por la que le cuesta hacer buenas salidas. Hace un año era capaz de salir como una exhalación y lograr un segundo de ventaja en un solo giro. Este curso, además de haber clasificado solo cinco veces (en 10 grandes premios) en la primera línea, se va hacia atrás (como le ocurrió en Indianápolis) en lugar de hacia delante, de modo que le cuesta recuperar las posiciones perdidas tras unos cuantos giros, como si de repente se hubiera convertido en un piloto conservador. “Deberíamos practicar más. Los principios de carrera me están costando algunas posiciones. Hay que trabajar en ello y volver a encontrarle el punto al embrague, las buenas sensaciones que tenía hace un año”. Tiene un problema similar Pedrosa, que también se queda algo retrasado en los primeros giros, no se encuentra cómodo hasta que han pasado unas vueltas, y acusa los cambios hechos en su moto en la salida. “Tampoco ayuda clasificar mal el domingo”, reconoce. Él logró una pole (Catalunya) y ha empezado otras cinco veces de la primera línea. Y ya no hace magia en las salidas. La magia, por ahora, solo la tiene Márquez.