Federer frena a Feliciano
El suizo gana 6-3 y 6-4 al español en semifinales del Masters 1.000 de Toronto y buscará el título ante Tsonga
Roger Federer luchará este domingo (21.00, Tdp) con Jo-Wilfried Tsonga por el título del Masters 1.000 de Toronto tras doblegar en semifinales a Feliciano López por 6-3 y 6-4. Como ha ocurrido siempre en sus once enfrentamientos, el español cedió ante el suizo. El número 25 mundial se vio obligado a buscar un imposible tras otro para intentar eliminar al número tres. En su tercera semifinal de un torneo de la categoría volvió a quedarse sin luchar por el título, con lo que le faltó el premio a su magnífica semana, que le ha visto levantar los brazos frente a dos top-10, Tomas Berdych (número cinco) y Milos Raonic (número seis)
Tras superar nueve bolas de break en un solo juego durante su partido de cuartos, contra el canadiense, el español volvió a enfrentarse a otro Himalaya nada más empezar la semifinal. Pasó en el 1-2. Durante casi once minutos, el toledano defendió su saque con aciertos llenos de riesgo que al mismo tiempo encadenó con fallos con el marchamo de las condenas inapelables (tres dobles faltas, nueve en total). Una tras otra fueron cayendo las bolas de break a favor del campeón de 17 grandes. Una tras otra fue defendiendo Feliciano con la valentía del que lucha por su vida. Seis veces se citó el toledano con la posibilidad de la rotura, y seis veces la evitó, como si su raqueta fuera capaz de retar a la lógica y las leyes de la estadística. Sin embargo, Federer no es Raonic. A la séptima, el suizo cantó bingo y el partido cambió radicalmente. Feliciano había mantenido su servicio 50 veces de 52 posibles en el torneo, salvando 27 de 29 oportunidades de break. En su segundo juego al saque de la semifinal, esa estadística ya había empeorado. El partido se ponía cuesta arriba.
Por detrás en el marcador, el número 25 mundial no encontró cómo hincarle el diente al número tres, fresco de piernas, listo para jugar con ritmo, igual que si no acabara de cumplir los 33 años. Huérfano de primer saque (solo 38%), Feliciano, dolido en la espalda, sufrió de lo lindo con el segundo servicio, que se disputó según la ley de Federer (solo ganó el 44% de esos intercambios). El suizo explotó la media pista para obligar al español, de 32 años, a subir a la red quisiera o no quisiera. Tierno en ocasiones, sin nervio para cerrar la jugada, el encuentro se le escurrió de entre los dedos a Feliciano, que gritaba al cielo sus disgustos ("¡Cómo está el patio!", decía sobre sus fallos al saque) mientras Federer dejaba algunos tiros para la videoteca. Sin saque, Feliciano es menos Feliciano: no tuvo ninguna bola de break.
El suizo, finalista en Wimbledon, donde Novak Djokovic solo pudo detenerle en la quinta manga, buscará ante Tsonga su tercer título de 2014, el 80 de su carrera, y su victoria 300 en los torneos de la categoría. Toronto, en cualquier caso, podría ser mucho más que un trofeo para Federer: con Rafael Nadal penando una lesión en la muñeca derecha y Djokovic buscando el punto justo de forma tras emplear el verano en celebrar su boda, el torneo canadiense puede ser el trampolín perfecto para el suizo de cara al US Open (desde el 25 de agosto).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.