Romper una pierna sale gratis
La FIFA no sanciona la entrada del francés Matuidi al nigeriano Onazi, que le fracturó tibia y peroné
Los periodistas que se acercan todas las mañanas al estadio Maracaná acorralan sistemáticamente a la responsable de relaciones con los medios de la FIFA, Delia Fischer, con las mismas preguntas: ¿cómo funciona la Comisión Disciplinaria de la FIFA? ¿Tiene alguna supervisión? ¿Cuándo actúa? El misterioso órgano, que según el artículo 81 del Código Disciplinario se renueva cada 8 años y funciona como un “órgano independiente”, se ha convertido en uno de los protagonistas de esta Copa por su ejemplarizante castigo al delantero uruguayo Luis Suárez. Su inclemencia en este caso, justificada por la FIFA por la reincidencia del jugador, contrasta con su absoluta inactividad en otros lances: el codazo en la cara del defensa francés Sakho al volante ecuatoriano Minda en el partido de primera fase, las pancartas con mensajes racistas mostradas por aficionados rusos y croatas en los primeros encuentros de sus selecciones o la brutal entrada del también francés Matuidi al nigeriano Onazi, anteayer, que le causó una fractura de tibia y peronéy sólo fue castigada con tarjeta amarilla por el árbitro estadounidense Mark Geiger. Sobre esta última acción la FIFA anunció que no intervendría de oficio para valorar la jugada. "En virtud del artículo 72 del código disciplinario de la FIFA, las decisiones del árbitro prevalecen. En consecuencia, la comisión disciplinaria no puede intervenir", explicó un portavoz de este organismo
La portavoz de la FIFA confirmó que se investiga la posible manipulación de partidos por parte de la selección de Camerún en este Mundial
“¿Quiere eso decir que el fair play de la FIFA no tolera mordiscos pero sí codazos o agresiones?”, inquiría un periodista británico a la resistente Fischer. La prensa ha solicitado repetidamente y sin éxito la comparecencia del presidente de la Comisión, el suizo Claudio Sulser, para explicar su inhibición en esos casos flagrantes recogidos por la televisión con mucha mayor claridad que la dentellada que apartó a Suárez y llevó al presidente uruguayo, José Mujica, a calificar de “hijos de puta” que decretan “sanciones fascistas” a los dirigentes de la FIFA.
El organismo describe el funcionamiento de su Comisión con notable laxitud. Puede actuar de oficio en cualquier jugada o suceso, haya sido o no fiscalizada por el árbitro del partido. Sancionó recientemente, por ejemplo, con un partido de suspensión al director de comunicación de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rodrigo Paiva, por los incidentes ocurridos el sábado pasado en el túnel de vestuarios del estadio Mineirão, de Belo Horizonte, que involucraron también a varios jugadores chilenos. Abrió un expediente por presunta “conducta incorrecta” a raíz de los cánticos homofóbicos (“¡Puuuuto!”) proferidos por la hinchada mexicana contra los guardametas rivales cada vez que sacaban de puerta, pero concluyó que la palabra “no es considerada un insulto en este contexto específico”. Se rumoreaba también que había iniciado otra investigación contra el holandés Arjen Robben por infracción del fair play debido al simular un penalti (como reconoció después del partido) durante el encuentro de octavos de final contra México. Pero Fischer rechazó tal posibilidad, alegando que el comité disciplinario “está para analizar infracciones graves”.
La sigilosa actividad de la Comisión vuelve a estar en los titulares después de que la portavoz de la FIFA confirmase que se investiga la posible manipulación de partidos por parte de la selección de Camerún en este Mundial, un día después de que la propia Federación de Fútbol camerunesa anunciara que investiga las acusaciones publicadas en el semanario alemán 'Der Spiegel'. El propio director de seguridad de la FIFA, Ralf Mütschke, había avisado de esta posibilidad en el Brasil-Camerún. Pero será imposible obtener cualquier explicación sobre el criterio o la labor del señor Sulser y sus 18 compañeros: según el artículo 88 del Código Disciplinario, “únicamente podrá hacerse público el contenido de las decisiones cuando ya hayan sido notificadas a los interesados”.
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