Una lista para retar a Estados Unidos

“Nuestro objetivo es ganar el campeonato. Le hemos dado mil vueltas al equipo para intentar que sea lo más equilibrado y lo más potente posible”. Como quien recita de memoria la alineación de un equipo de leyenda, Juan Antonio Orenga dio a conocer ayer la lista de convocados para el Mundial de España que se disputará entre el 30 de agosto y el 14 de septiembre. José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Sergio Rodríguez, Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández, Álex Abrines, Sergio Llull, Víctor Claver, Serge Ibaka, Felipe Reyes, Marc Gasol y Pau Gasol son los elegidos; con Pau Ribas, Dani Díez y Guillermo Hernangómez como invitados. Una experta nómina de 12 que incluye a siete jugadores que fueron campeones del mundo en 2006, a nueve que están o han estado en la NBA y a 10 de los que disputaron la final olímpica de Londres 2012 ante Estados Unidos. Un grupo que suma en sus expedientes 63 medallas con la selección absoluta desde el bronce del Europeo de Turquía en 2001 hasta el bronce del pasado Europeo de Eslovenia en 2013.

La convocatoria era previsible por indiscutible y apenas presenta una novedad: Álex Abrines. “Tiene una extraordinaria capacidad de tiro saliendo de los bloqueos y una gran intensidad defensiva. Hacerse un hueco en el Barça y decidir partidos con la mano firme tiene mucho mérito”, explicó el seleccionador sobre el azulgrana, que entra en el equipo en lugar de Fernando San Emeterio, penalizado por su “irregular temporada”. Ya no había debate Ibaka-Mirotic. La baja forma del madridista en el tramo final del curso acabó con la disyuntiva.

Orenga no escondió las cartas y confesó que la confección del grupo estaba pensaba para resistir, competir y discutir el oro a Estados Unidos. “La final soñada es contra ellos. Tenemos un camino muy duro, pero de reojo estamos mirando aquello que nos va a permitir ganarles si llega ese momento de competir con un equipo físicamente potentísimo en todas las posiciones. Es lo que Estados Unidos tiene mejor que nosotros: el físico. No llegamos a su nivel pero estamos cerca y este equipo está planteado para eso”.

Con un talento por arrobas, la principal obsesión de la selección es el aspecto físico. El grupo tiene una media de edad de 27,9 años, tres más que el equipo que logró el oro en Saitama en 2006 (24,7), pero mezcla varias generaciones y distintos niveles de castigo durante el año: de los 102 partidos de Llull a los 23 de Claver. “Nuestra ventaja con respecto al fútbol es que los jugadores ACB que han competido hasta el final van a tener casi un mes de descanso y los NBA han tenido unos tres meses. En nuestra proyección de trabajo en la preparación, las mañanas estarán dedicadas al trabajo físico, la recuperación y la fisioterapia y las tardes al trabajo de baloncesto. Llegaremos bien”, confía Orenga. “Con los jugadores hacemos un trabajo individualizado, como si fueran corredores de 100 metros, para conseguir un rendimiento conjunto. Durante la temporada hay un seguimiento y un contacto permanente con ellos, con sus preparadores físicos y con sus clubes. Cuando dejan de competir con sus equipos ya tienen nuestro plan de trabajo”, analiza el director deportivo de la Federación, Ángel Palmi. “En el caso de los jugadores ACB, que han acabado extenuados, es más un trabajo mental. Se trata de que en este mes desconecten. Con el potencial que tiene este equipo nos podemos permitir el lujo de no tener que llegar a tope al primer partido e ir creciendo durante el campeonato. Su altísima capacidad de adaptación táctica y los automatismos adquiridos nos dan margen para trabajar el físico”.

El preparador físico Toni Caparrós, fichado del Barça el pasado verano, coordina con los técnicos el trabajo de entrenamiento integrado y con el equipo biomédico la prevención y recuperación de lesiones. “Trabajamos para que no ocurra un desplome físico. Ahí es importante la savia nueva para mezclar los jugadores de 34 con los de veintitantos. Hay varias generaciones juntas porque ha habido una incorporación progresiva al grupo. Los veteranos no tendrán el egoísmo de querer jugarlo todo por encima del bien del equipo”, prosigue Palmi.

“Somos los anfitriones de un sueño y estamos llamados para el triunfo”, rezaba el lema que presidía el escenario al que se subió el seleccionador para convocar a sus jugadores. La concentración arranca el 23 de julio, el reto se inicia el 30 de agosto y la gloria se reparte el 14 de septiembre.