Francia las caza todas

El debate en Francia se sitúa en si Benzema debe jugar por el medio para estar cerca de su hábitat natural, el área, o debe salir de inicio por el costado izquierdo para que Giroud se encargue de descargar balones para que la segunda línea rompa desde atrás, después recolocado al interior para que Griezmann agite el duelo. Es un debate futbolístico, síntoma de salud. Todo un paso hacia delante de Francia, que desde 2000, fecha de su último triunfo en la Eurocopa de Holanda y Bélgica, las ha pasado canutas, por más que en Alemania 2006 se erigiera subcampeón. En 2002 hubo una rebelión del vestuario y en 2010 se repitió el motín de una selección que no supo reactivarse ni remozarse hasta que arribó la generación del 87, esa que encabeza el propio Benzema y que continúan Nasri y Remy, en Brasil, del mismo modo que la potenciaron en su momento Menez, Gameiro y Ben Arfa. Así, Francia tiene de todo, desde un portero que ha recuperado el pegamento en los guantes tras años complicados en el Tottenham hasta unos centrales que no sufren por las ayudas de la medular, desde un medio del campo potentísimo (Pogba, Cabaye y Matuidi) hasta una delantera que llega por cualquier lado, casi siempre a la contra. Pero Francia también tiene las jugadas de estrategia como solución a los problemas, capital hasta la fecha en lo que va de torneo.

Suma la selección del gallo 10 goles en lo que va de Mundial, la tercera en la estadística solo por detrás de Holanda (12) y Colombia (11). De esas redes, seis (el 60%) han llegado tras una jugada a balón parado, un botín sin igual. “No es de extrañar”, resuelven desde la Federación Española, toda vez que los informes de los analistas eran de lo más expresivos. “Tienen grandes lanzadores como Valbuena y Griezmann, y sobre todo una acumulación de rematadores excelentes como Pogba, Sakho, Koscielny, Giroud y Benzema… quizá el que peor. Y uno que no se espera pero siempre llega, que es Matuidi”, reflejaban los analistas de la federación. Y se añadía: “Cuidado con Cabaye porque lanza muy bien a pierna cambiada las faltas laterales, casi siempre al primer palo, aunque existe la variante de que un central llegue al segundo palo”. Una gran variedad que se ha subrayado en esta Copa del Mundo.

Tienen grandes lanzadores  y una acumulación de rematadores excelentes", cuentan de la RFEF

En el arranque del torneo, ante Honduras (3-0), Valbuena sacó una falta lateral hacia atrás para que Debouchy le pegara con el alma, al cuerpo de un rival; el rechazo, sin embargo, cayó en los pies de Benzema, bien situado, que firmó el gol. Antes, también a balón parado, pero en esta ocasión desde los 11 metros, Benzema ya había inaugurado el marcador. Frente a Suiza siguió la tónica, sobre todo porque Giroud cabeceó un saque de esquina a la red, Benzema erró un penalti, y el equipo lanzó una contra de arrea tras un córner adverso para que Sissoko hiciera su gol. Ausente el gol ante Ecuador, el equipo recogió su mejor versión en las jugadas de estrategia frente a Nigeria, ya en octavos de final. Primero fue Pogba, que aprovechó un mal despeje de Enyeama para meter la cabeza y festejar la diana. “Tenemos un país detrás y tras marcar el gol me ha liberado. Estoy muy contento por todos y por marcar en unos octavos”, reveló el futbolista a pie de césped, concluido el duelo. Y ya casi sobre la bocina, Valbuena y Benzema sacaron desde el córner para el movimiento de Griezmann, que intentó una espuela sin éxito de contacto pero feliz en la definición porque Yobo –que jugaba su partido número 10 en un Mundial, más que ningún otro nigeriano- se la coló en propia portería. “No es raro porque los equipos tienen dos o tres rematadores buenos como mucho, pero Francia aúna a 4 ó 5, por lo que ya no sabes ni cómo marcarles, si en zona al hombre, casi imposibles de pararles”, añaden desde la federación. Y, de momento, se salen con la suya. “Somos uno de los ocho mejores equipos del torneo y hay que continuar”, conminó Deschamps tras clasificarse para cuartos de final. Y con grandes centradores y rematadores, todo es más fácil.