“En EEUU tenemos el talento, pero nos falta la química de los europeos”

En su firma sigue garabateando un 42, el número de la camiseta con el que pasó a la historia después de 12 años (1982-1994) en los Lakers. James Worthy (Carolina del Norte, EEUU; 1961) ya no lleva aquellas grandes gafas que fueron otra de sus señas de identidad, pero en esta visita a Madrid, con motivo de la disputa de un torneo 3x3 patrocinado por el BBVA, los aficionados hacen cola para posar al lado de sus 2,05 metros y llevarse un recuerdo firmado. Worthy habla de una época, de aquellos tres anillos de campeón (1985, 1987 y 1988) que ganó con los Lakers de Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, de cómo ha cambiado el baloncesto, de las estrellas actuales, Kobe Bryant y LeBron James, de Pau Gasol y del baloncesto europeo.

Aquella segunda parte de la década de los ochenta era todavía un territorio en que los europeos eran unos bichos raros en la mejor liga del mundo. Entre ellos un marciano español, Fernando Martín, enrolado en 1986 en Portland. Hoy la colonia europea es multitud, y de la mezcla ha resultado tan beneficiada la NBA como el viejo continente. Worthy encendió el jueves por la noche la televisión del hotel en Madrid y vio unos minutos de la final de la ACB entre el Barcelona y el Madrid. Dice que le gustó el ritmo, aunque no reconociera a casi ningún jugador. Sí a los españoles de la NBA, como Ricky Rubio, "muy buen pasador". "Hace dos años, el Barcelona le ganó a los Lakers en un partido de exhibición. España es uno de los líderes en exportar grandes jugadores a la NBA. Hoy el baloncesto europeo es mucho mejor que en mi época. Es obvio que los jugadores de España, Francia, China, Argentina... han hecho mejor a la NBA. Ahora es una competición global. Estados Unidos ha aprendido a respetar a Europa, como clubes y como selecciones. En los equipos europeos los chicos empiezan a jugar juntos a los 15 años. En Estados Unidos tenemos el talento, pero nos falta la química entre los jugadores que hay en Europa. Por eso los europeos tienen ahora más posibilidades de ganar. En EEUU no se creen invencibles".

Worthy, que fue elegido mejor jugador de las finales de la NBA de 1988, dice que su jugador favorito hoy es Kawhi Leonard, ganador del título con San Antonio Spurs, aunque también elogia a Kevin Durant, y no duda en que el mejor es LeBron James. "Es un poco mejor que Kevin Durant. A veces no parece humano... Es enorme físicamente, rápido, siempre atacando". ¿Un buen fichaje para estos Lakers en reconstrucción, ahora que está en el mercado? "¿Quién no querría fichar a LeBron? Claro que los Lakers también. Pero con el dinero que le pagaron el año pasado a Kobe no creo que puedan... Su problema este año han sido las lesiones. Los jóvenes no estaban todavía preparados". Son, Kobe y LeBron, figuras "como las que solo surgen en el deporte cada 10 años, como Tiger y Pelé".

¿Blando Pau? ¡No! No es Shaquille, pero es un jugador muy productivo

También en el aire está el futuro de Pau Gasol, dispuesto a escuchar ofertas. "Nos encanta Pau", explica Worthy; "desde que llegó a los Lakers ha sido un profesional, de los mejores. Ha jugado tres finales, ha ganado dos anillos, y ha ayudado a Kobe en su carrera. Ahora Pau quiere ganar más campeonatos. Nos encantaría que siguiera, pero tiene un contrato alto y no sé si será posible. Kobe y él son muy buenos amigos, pero por encima de todo quieren ganar". ¿Y las críticas a Pau por blando? "¿Blando Pau? ¡No! No es Shaquille, pero es un jugador muy productivo, tiene muchísimo potencial, trabaja mucho. Supongo que elegirá un equipo que tenga potencial para ser campeón en los próximos dos o tres años". Eso sí, le disgusta a Worthy esa "moda" de juntar varias grandes estrellas en un mismo equipo: "Prefiero verles jugar unos contra otros que uniéndose, mejor compitiendo entre ellos. Pero ahora es la moda, unir estrellas. Carmelo y Lebron, por ejemplo, harían un gran equipo. Se conocen de los equipos naciones y saben cómo complementarse, se llevarían bien”.

"Éxtasis". Así define Worthy la sensación que suponía para él recibir un pase de Magic Johnson. "Creaba muchas situaciones de pase", recuerda. Con Magic y Kareem formaría él su equipo ideal para un partidillo de tres contra tres. Aquel primer anillo suyo, en 1985, lo recuerda como "el más especial" por derrocar a los Celtics y vengar derrotas del pasado. Y analiza cómo ha cambiado el juego desde entonces ("ahora es mucho más abierto, los jugadores grandes tiran más de tres") y lo que le rodea. "Lo que más ha cambiado es el dinero. Antes un sueldo normal eran 250.000 dólares, y cuando alguien consiguió un contrato de 800.000 nos parecía un escándalo, una barbaridad... Eso ahora es muy poco".