Nadal contra los bombarderos

Rafael Nadal afronta desde el lunes un Wimbledon lleno de minas. El número uno mundial se estrenará en el torneo contra el eslovaco Martin Klizan, que es el número 57 y viene de hacer cuartos en Eastbourne, y si supera ese duro escollo podría enfrentarse en segunda ronda con el checo Rosol, que ya le derrotó en la edición de 2012. En el horizonte, si se impone la lógica del ránking, el croata Karlovic (tercera ronda), el francés Gasquet (octavos), el canadiense Raonic (cuartos), el suizo Federer (semifinales) y el serbio Djokovic (final). Un ejército de sacadores dispuestos a probar su espalda y sus rodillas en el terreno más propicio para las sorpresas, el césped de Wimbledon. Sobre el papel, un cuadro de pesadilla.

Nadal ya no encuentra seguridades en la hierba. Entre 2005 y 2010, el español se plantó en cinco finales de la catedral del tenis y celebró dos títulos (no disputó la edición de 2009 por lesión). Desde entonces, la superficie que alimentó sus sueños de niño (este es el único torneo del Grand Slam que disputó como júnior) solo le ha dado disgustos: derrota en segunda ronda en 2012 (Rosol) y en primera en 2013 (Darcis). El cuadro de la edición de 2014 pondrá a prueba su capacidad de adaptación y su deseo. Nadal llega sin casi minutos de juego sobre césped (cedió a la primera en el torneo de Halle) y pendiente de los dolores que le martirizan en la espalda (fundamental para el saque) y las rodillas (en hierba es imperativo agacharse por el bote bajo de la pelota).

El resto de favoritos tuvo mejor suerte. David Ferrer, que intenta recuperarse de unas molestias estomacales, debutará contra Pablo Carreño y se enfrentaría a Murray en cuartos (el defensor del título competirá su primer partido frente al belga Goffin). Roger Federer, siete veces coronado en Londres, abrirá su campaña de 2014 contra el italiano Lorenzi. Y Novak Djokovic, el subcampeón de 2013, que busca el número uno en la catedral de la hierba, se medirá con Golubev en su primer encuentro. Ninguno de esos tenistas tiene un cuadro como el del campeón de 14 grandes. Es Nadal contra los bombarderos.

Desde 2010, la superficie que alimentó sus sueños de niño solo le ha dado disgustos: derrota en segunda ronda en 2012 (Rosol) y en primera en 2013 (Darcis)