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El rompecabezas de Chile

Sampaoli puede recuperar el 5-3-2, como hiciera Van Gaal, o continuar con el 4-2-3-1 Uno por uno del rival de España

Jordi Quixano
Chile aplaude a la afición tras vencer a Australia.
Chile aplaude a la afición tras vencer a Australia.Phil Walter (Getty Images)

Equipo que se le ha dado bien a España en las últimas fechas, por más que siempre haya sudado de lo lindo, aparece de nuevo la selección de Sampaoli como una amenaza definitiva, toda vez que un nuevo tropiezo –después del varapalo de Holanda- le descabalgaría antes de tiempo del Mundial. A la espera de saber si Vidal partirá de inicio (aquejado como está de la reciente operación de menisco), la incógnita reside en saber qué sistema de juego utilizará el técnico, sobre todo porque, en consonancia con Van Gaal y la tunda que le dio al grupo de Del Bosque, puede recuperar el dibujo del 5-3-2 como utilizaba prioritariamente en la fase de clasificación o el 4-2-3-1 que usó ante Australia en el primer duelo del Mundial. Fútbol físico y técnico, Chile tiene de todo para batir a cualquier selección. Aunque falla un poco en defensa, arriba es letal, inspirado como está Alexis Sánchez. Estos son los intérpretes chilenos:

BRAVO. Portero (Buin; 31 años). Real Sociedad. Escogido por el área deportiva del Barcelona para hacer de segundo portero, toda vez que la titularidad, al menos de inicio, es para Ter-Stegen, Bravo cumple con el requisito de internacional y veterano. También con un notable juego de pies, requisito indispensable en el Barça, fruto de sus inicios como delantero y el trabajo hecho en la escuela del Colo-Colo bajo las órdenes de Hernán Caputto, exportero internacional. El zenit de esa suerte le llegó en un duelo ante el Nàstic, cuando el entonces técnico Martín Lasarte le hizo chutar una falta. Y atinó; gol. Llegar hasta la portería de Chile –donde es el segundo jugador con más partidos en la selección, a solo cuatro encuentros del delantero Leonel Sánchez (de 1955 a 1967)- le costó lo suyo, puesto que a punto lo echaron de la escuela del Colo-Colo por pequeño. Se quedó, debutó en 2002 y cuatro años después alcanzó la Real Sociedad. Solidario como pocos, se encargó personalmente de enviar a los 33 mineros rescatados de la mina San José (2013) una camiseta personalizada para cada uno.

ISLA. Lateral derecho (Buin; 26 años). Juventus. Hijo pródigo de Buin, como Bravo, no es raro verle por la localidad repleto de regalos y balones para los niños. Tampoco es extraño encontrarle en el restaurante familiar Huaso [como le apodan], donde trabaja su mamá, tía y abuela. Formado en Universidad Católica, su caso sorprende porque a punto estuvieron de echarle porque actuaba de delantero, donde sobraban integrantes, del mismo modo que su enclenque físico no le daba para ganarse las habichuelas en el área rival. Retrasado a carrilero, explotó en el Mundial sub 20 de 2007 en Canadá –donde llegaron a las semifinales- hasta el punto de que el Udinese lo fichó sin que el jugador hubiera debutado con el Universidad Católica. Rápido, ascensor por la banda y todo derroche físico, tiene un buen golpeo del balón desde media distancia, cualidades que observó el Juventus para ficharle hace tres temporadas.

JARA. Central (Hualpén; 28 años). Nottingham Forest. Formado en un club modesto como el Huachipato, a nadie le extrañó que se lo llevara el Colo-Colo, donde jugó tres años, a título por curso. Emigró después al WBA, que militó primero en Championship y después en la Premier. Pero sus participaciones eran reducidas, por lo que lo cedieron al Brighton-Hove Albion y esta temporada al Nottingham Forest. Empezó como lateral derecho, pero puede jugar en cualquier posición de la zaga; de central en la selección. Veloz, con poco pie para el pase y expeditivo en la entrada, a Jara también se le cuentan episodios polémicos, como llegar en estado de embriagrez a una concentración de la selección –junto a Beausejour, Vidal y Valdivia-, o ser detenido en Inglaterra por conducir sin autorización, pese que fue suspendido por 17 meses por conducir bajo la influencia del alcohol.

Medel entra sobre Cahill.
Medel entra sobre Cahill.WILLIAM WEST (AFP)

MEDEL. Mediocentro (Santiago de Chile; 26 años). Cardiff. Un futbolista conflictivo por definición –se le cuentan episodios de borrachera al volante y accidentes, peleas diversas, fiesta en la que una chica se quitó la vida, detención en el Mundial sub 20 de 2008 por agresión…-, le apodan Pit Bull por sus labios de sabueso y orejas puntiagudas, además de por su facilidad para ir al choque, absolutamente a todas. “¿Presión en la selección? Yo aprendí a no perder en mi barrio porque allí al que perdía le mataban”, replicó; “si no hubiera sido futbolista habría sido narcotraficante”. Esa agresividad la expande en el campo, siempre con una tarascada o puntapié de más, al límite del reglamento. Formado en el Universidad Católica y Balón de Oro chileno en 2008, se marchó un año cedido a Boca para erigirse ídolo de los xeneizes. En 2011, recaló en el Sevilla, donde le costó entenderse con el vestuario. “Una oferta irrechazable”, expuso Monchi tras poner el Cardiff 16,2 millones de euros sobre la mesa. Mediocentro por definición, Sampaoli lo utiliza también de central, como ocurrió en el primer duelo ante Australia.

ROJAS. Central (Talagante; 30 años). Universidad de Chile. Su mujer Patricia perdió hace unos meses un niño, por lo que Rojas trató de mitigar el dolor con el fútbol, con la posibilidad de llegar al Mundial. Lo ha conseguido; es su primera gran cita. Mejor futbolista de Chile en 2012, el central –que puede jugar en cualquier posición de la zaga, sobre todo en el costado izquierdo- se ha desempeñado siempre en el Universidad de Chile a excepción de en 2006, cuando fue cedido a Independiente, donde apenas contabilizó cinco encuentros. Pero bien pudo irse más veces del club, como en 2011, cuando el Botafogo lo fichó y, tras la revisión médica, lo descartó porque aseguraron encontrarle una arritmia cardíaca. Superó el mal trago, pero explotó hace dos veranos, cuando su club decidió no atender a la oferta del Corinthians. “No sean imbéciles, era la última oportunidad de que un jugador de 29 años se asegurara su futuro”, escribió Patricia en Twitter. Conocido por Pepe en el vestuario, es el primer capitán de la U de Chile en levantar un trofeo internacional, la Copa Sudamericana 2011. Casualmente, Sampaoli era su técnico.

Mena, ante Australia.
Mena, ante Australia.Frank Augstein (AP)

MENA. Lateral izquierdo (Viña del Mar; 25 años). Santos. Formado en los campos de tierra del Nuevo Aurora, se curtió después en Santiago Wanderers, club en el que pronto descubrió a su ídolo Moisés Villarroel -36 veces internacional-, recreándose de su fútbol primero como pasapelotas y, años después, como compañero de vestuario. Rápido como pocos, de golpeo fiero y tan voraz como incombustible en la banda izquierda, llegó en 2010 al Universidad de Chile. Titular indiscutible en el equipo pero con el club sumido en problemas económicos, la U decidió cederlo al Santos en 2013. Tan bien lo hizo, que no dudó en ficharlo el pasado verano, pero no son pocos en Europa los que le siguen la pista porque Brasil se le queda pequeño. Aquejado de una tendinitis, Sampaoli le esperó hasta el final porque no tiene dudas con él: la banda izquierda es de Queno o Quenito, como le conocen en el camarín.

DÍAZ. Mediocentro (Padre Hurtado; 27 años). Basilea. Los analistas de la selección española entienden que Díaz es el hecho diferencial con el grupo que conformó Bielsa. Menudo y un tanto lento en el despliegue, Care’pato –como le llaman porque tiene cara de pato- es el motor del equipo chileno. Aunque actuó de lateral derecho durante buena parte de su carrera, la llegada de Sampaoli a la Universidad de Chile le reconvirtió a mediocentro. Un amor a primera vista porque por entonces, allá en 2010, Díaz se desempeñaba a préstamo en La Serena, club menor. Bromista, jugador de vestuario, poco amante de los periodistas y un talento de última hora que expresa también en los lanzamientos de falta, el Basilea lo fichó en 2012. Un éxito porque suma dos títulos ligueros con el club suizo y ya está en la selección. Con Sampaoli, claro.

VIDAL. Volante (Santiago de Chile; 27 años). Juventus. El club italiano ha decidido vender a Pogba o a Vidal, nunca a los dos juntos, este verano. Pero ha postergado la decisión porque desde el área deportiva juventina quieren que se subrayen en el Mundial, por más que el volante chileno fuera operado del menisco hace escasos 40 días. Capaz de jugar en cualquier posición ofensiva e incluso de eje del equipo, Vidal se siente cómodo con el esférico entre los pies, rápido como es de piernas y cabeza, un auténtico box to box [de área a área] como se diría en Inglaterra. Con un disparo terrorífico, un quiebro notable y un pase puntual, es el mejor jugador de Chile con permiso de Alexis Sánchez. Pasó por el Bayer Leverkusen y la Juve lo firmó en 2011. Tiempo de vino y rosas para el futbolista, que sufrió la marcha de casa de su padre con cinco años y que, tras varios años siempre triste por no entender la decisión, decidió sonreír como método de vida. Eso y el balón, que nunca le ha fallado.

VALDIVIA. Mediapunta (Maracay, Venezuela; 30 años). Palmeiras. Por circunstancias contractuales de su padre, que trabajaba en la Línea Aérea Nacional (LAN) de Chile, Valdivia nació en Venezuela. Pocos años después, aterrizó en Chile y también en el Colo-Colo, donde se ganaba tantos elogios por su talento técnico en el césped como críticas fuera de él, marcado como está por episodios de indisciplina. Talento puro con el balón atado a las botas, a Valdivia siempre se le aguarda una eclosión que no acaba de llegar. Eso le ocurrió de niño, cuando se tuvo que ganar el pan en el Universidad de Concepción, trampolín para que alcanzara el Rayo Vallecano y el Servette suizo, clubes donde tampoco llegó a brillar. En 2005, regresó a Colo-Colo y duró un año, momento en el que lo fichó el Palmeiras. Allí, sufrió el peor momento de su vida, toda vez que en 2010 fue secuestrado junto a su mujer Daniela cuando iban en coche después de unas compras por São Paulo. Dos horas y dinero entregado a los captores después, fue liberado. No tuvieron la misma suerte los secuestradores, arrestados días después. Tras un paso fugaz y exitoso por el Al-Ain de Emiratos Árabes –fue escogido el mejor jugador extranjero- , regresó al Palmeiras. Y tiene su sitio en el equipo de Sampaoli, confianza que le devolvió con un gol a Australia.

ALEXIS SÁNCHEZ. Delantero (Tocopilla; 25 años). Barcelona. Rápido e indescifrable cuando arranca con el esférico controlado, Alexis es capaz de lo mejor y de lo peor. Bien puede hacerle un gol de vaselina que vale el triunfo en el clásico; bien puede fallar goles cantados desde la línea de meta. Aunque sufrió en su infancia porque no sobraba el dinero en casa, siempre entendió que el balón sería su compañero de viaje. Cobreloa, Colo-Colo y River Plate fueron sus primeros clubes, donde evidenciaba su facilidad para el caracolea, también una velocidad endiablada, aunque le costara encontrar la pausa en su juego. Fichado por el Udinese en 2008, pronto llamó la atención de los grandes clubes, toda vez que supo reconvertirse de extremo a mediapunta para lograr 12 goles. Catapulta para que lo fichara el Barça por 37 millones de euros, que le devolvió al costado porque el centro está copado por Messi. Este año, con la confianza del Tata Martino, ha firmado su mejor temporada, con 21 dianas en 54 partidos. Pero en el Barça contemplan su venta, “siempre y cuando sea una gran oferta”, y tiene el futuro indefinido. Por el momento, es el alma y el gol de Chile en el Mundial.

Eduardo Vargas reta a Ryan, portero de Australia.
Eduardo Vargas reta a Ryan, portero de Australia.Jesús Diges (EFE)

VARGAS. Delantero (Renca; 24 años). Nápoles. A su llegada al Valencia, cedido por el Nápoles, Mestalla se quedó boquiabierto porque se topó con un futbolista rápido, agresivo y con facilidad para el remate de cabeza y pies, una guindilla de difícil detención. Pero con el paso de las semanas se apagó, incluso pasó a ser intrascendente. Queda la sensación, en cualquier caso, de que en una noche inspirada es capaz de liarla gorda, por más que la irregularidad le defina. Aunque Sampaoli no deja opción a la duda; es el delantero que acompaña a Alexis. Tras curtirse en Chile, en el Cobreloa y en el Universidad de Chile, se incorporó al Nápoles en 2012. Sin triunfar en la Serie A, fue cedido primero al Gremio de Porto Alegre y este verano en el Valencia. El Mundial decidirá su futuro.

BANQUILLO

Aunque tiene jugadores de todo tipo, Sampaoli tiene el equipo base y da pocas opciones a las sorpresas. En la defensa aguarda su turno Albornoz, nacido en Estocolmo, de padre chileno y madre finlandesa, que disputó dos duelos con Suecia. Pero, al no estar encuadrados en fecha FIFA, optó por aceptar la oferta chilena, equipo que garantizaba su presencia en el Mundial. Chirría, en cualquier caso, un tanto su presencia, sobre todo porque no domina el castellano, por más que desde el vestuario digan que es alegre y que siempre interviene en las conversaciones. Fuerte y cómodo en el juego de contacto, le falta un poco de calidad para sacar limpio el balón, pero le sobran piernas para corregirse.

En medio pide turno Beausejour, extremo izquierdo que corre que se las pela y que tiene una zurda de lo más incisiva, bien con los centros, bien con los disparos como demostró en el tercer gol a Australia. Poco dado a la brega, prefiere tener el balón a perseguirlo. Y arriba despunta Pinilla, delantero que siempre tiene una respuesta en el área, pero que no desdeña los movimientos diagonales ni los desmarques. Si tiene la noche, es peligrosísimo por su facilidad para armar la pierna. Pero, al igual que Valdivia, es muy irregular.

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