Schumacher se acerca a casa
El alemán sale del coma y es trasladado a un hospital de Suiza para seguir su rehabilitación
Michael Schumacher dejó ayer la clínica de Grenoble en la que permanecía ingresado desde el 29 de diciembre del pasado año, día en que sufrió un accidente mientras esquiaba en la estación de Méribel, en los Alpes franceses. A partir de ahora, el mito más grande que ha dado nunca el automovilismo, seguirá su rehabilitación en el Hospital Universitario de Vaud (CHUV), en Lausana (Suiza), más cerca de la granja de Givrins en la que vive con su familia. “Michael ha abandonado el Hospital de Grenoble para continuar su largo proceso de recuperación. Ya no está en coma”, se leía en el comunicado emitido a mediodía por Sabine Kehm, su portavoz. En la nota, los Schumacher agradecían al personal del centro el trato recibido, y a los aficionados la multitud de muestras de apoyo que a lo largo de estos cinco meses y medio les han hecho llegar —“estamos convencidos de que le ha ayudado”—, la vez que pedían respeto y privacidad.
Aquel domingo de diciembre, alrededor de las once de la mañana, el heptacampeón del mundo de F-1, salió de su residencia de invierno acompañado por su hijo, Mick. En un momento dado abandonó la zona balizada, perdió el control de sus esquíes y se precipitó de cabeza contra una roca. La patrulla de rescate le llevó en helicóptero al hospital de Moutiers, aunque al poco rato fue trasladado al de Grenoble, donde ya llegó en coma.
Los doctores le sometieron a dos operaciones cerebrales, realizadas en los dos días posteriores a su llegada, para estabilizarle en la medida de lo posible, y reducirle los edemas provocados por el golpe y la presión intracraneal. Los pronósticos alrededor de su salud han ido variando mucho a lo largo de todo este tiempo, circunstancia que ha dado pie a una infinidad de rumores. A principios de febrero, coincidiendo con los primeros ensayos de F-1 del año, el equipo médico notificó que le había comenzado a retirar la sedación para que se fuera despertando, y ya más adelante, en abril, de nuevo fue Kehm la que confirmó que el Kaiser había comenzado a reaccionar a estímulos externos.
Schumacher abre los ojos y pasa por momentos de consciencia, respira de forma autónoma pero no puede hablar ni moverse
Hoy por hoy se sabe que Schumacher, de 45 años, abre los ojos y pasa por momentos de consciencia que pueden alargarse incluso horas, que no puede hablar ni moverse y que respira de forma autónoma, aunque siempre haya una máquina cerca lista para ayudarle en caso que sea necesario. Hace aproximadamente un mes que salió de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), situada en la quinta planta del edificio de Grenoble, y fue movido a la tercera. A partir de ese instante, cualquier cuidado que pudiera necesitar también iba a poder recibirlo en Lausana.
El CHUV ha habilitado un área de acceso reservado únicamente al equipo que se encargará de él. El hospital suizo, que tiene en su organigrama a varios de los mejores neurocirujanos del mundo, está compuesto por más de un centenar de entidades; entre ellas una veintena de centros especializados y de investigación, 14 departamentos y más de sesenta servicios relacionados con las más diversas especialidades médicas, al margen de tres laboratorios. El más nombrado estos días es el de Análisis del Dopaje, que controla las muestras de orina y sangre de los jugadores que participan en la Copa del Mundo de Fútbol que se está celebrando en Brasil.
Desde que se dio a conocer este último traslado del corredor de Kerpen, los mensajes de respaldo se sucedieron en las redes sociales. “Buen comienzo de semana con las noticias sobre Michael. Muy contento de que todo vaya en la buena dirección”, escribía Fernando Alonso en su cuenta de Twitter, junto al hashtag #KeepFightingMichael [sigue luchando]. “Una gran noticia que Michael haya dado un paso tan grande hacia su recuperación”, colgó Nico Rosberg en su perfil. En esta misma línea se expresó la mayoría de la parrilla actual, desde Jenson Button a Adrian Sutil y pasando por Nico Hülkenberg, así como otros deportistas como Pau Gasol o Lukas Podolski, decidido a dedicarle el Mundial de fútbol en caso de que Alemania salga campeona.
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