_
_
_
_
_

Nadal cae en 59 minutos

Con Wimbledon en el horizonte, el español cede 4-6 y 1-6 en Halle y ante Brown en su primer partido sobre hierba de 2014

Juan José Mateo
El alemán Dustin Brown en su partido contra Nadal.
El alemán Dustin Brown en su partido contra Nadal. CARMEN JASPERSEN (AFP)

Con los calcetines todavía manchados por la arcilla de Roland Garros, donde el domingo celebró el título, Rafael Nadal perdió 4-6 y 1-6 en su debut en la gira de hierba, contra el alemán Dustin Brown y en el torneo de Halle. Todo pasó demasiado rápido para el español, que arriesgó la espalda y las rodillas con tal de sumar días de entrenamiento y juego sobre la superficie en la que se disputará Wimbledon (desde el 23 de junio). En 59 minutos, su contrario demostró cuánto separa al número uno de su mejor versión sobre césped, y lo difícil que es la transición de la arcilla a la hierba: el campeón de 14 grandes llegará al tercer Grand Slam del año tras haber perdido cuatro de sus últimos cinco encuentros sobre una superficie que le vio jugar cinco finales en cinco participaciones en la catedral del tenis, pero que se le atraganta desde 2012, cuando se agudizaron las tendinitis que martirizan sus rodillas.

La derrota fue un recordatorio de lo mucho que se puede hacer en hierba con poco. Brown explotó su saque, dejó un resto ganador tras otro sobre los segundos servicios de Nadal y asaltó la red con decisión. Sin posibilidad de entrar al debate desde la línea de fondo, el español quedó a merced de los chispazos de su talento. La chistera, sin embargo, está vacía de trucos mágicos tras dos agotadoras semanas en París. Aunque llegó a negar un punto de break desde el suelo en su primer juego al saque, y tres en el 4-5 de la primera manga, el número uno nunca encontró la continuidad necesaria.

Más información
Nadal y la “lotería” del césped
Federer: “Me quito el sombrero ante Nadal”
Todo sobre el Tenis

Si la hierba premia los saques, al suyo le faltó filo. Si el césped examina la movilidad, a sus pasos les faltó firmeza, consecuencia de los pocos días de adaptación. Si el tapete obliga a doblar las rodillas y a bajar el trasero, se le vio demasiado estirado, aún a la búsqueda del punto justo. En consecuencia, el número 85, que compitió desde la agresividad, dominó plácidamente el encuentro y se despidió dándole un beso a la hierba. Para Nadal no fue una sorpresa: voló desde París conociendo el riesgo de la apuesta, y supo que la dificultad aumentaba en cuanto conoció el nombre del rival, un tenista que no le dio ritmo y le impidió encontrar seguridades en el cambio de superficie jugando de tiro en tiro.

Con Wimbledon a la vuelta de la esquina, el campeón de 14 grandes todavía busca desengrasar los automatismos propios de la hierba. Tiene tiempo. También, un reto: le espera Londres, donde se impuso en 2008 y 2010 y perdió a la primera en 2013 y en el segundo partido en 2012.

El mallorquín, medalla al mérito en el trabajo

El Consejo de Ministros decidió hoy conceder al tenista mallorquín Rafael Nadal la medalla al mérito en el trabajo, según anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, al término de la reunión del Gabinete.

Nadal (Manacor, 1986) logró el pasado día 8 su novena victoria en el torneo de Roland Garros, tras derrotar en la final al serbio Novak Djokovic al que se impuso por 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4. El triunfo del mallorquín en París fue el quinto que suma de forma consecutiva, algo que ningún tenista había  conseguido hasta ahora.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_