Dos españolas en cuartos por primera vez en el siglo XXI
Carla Suárez gana por doble 6-3 a Tomljanovic, y Muguruza 6-4 y 6-2 a Parmentier
El día es de frio, da mordiscos el viento, y Carla Suárez siente cómo la espalda le dice que no está para muchas aventuras. Ocurre que lo que está en juego vale cualquier dolor, cualquier penuria, porque lo que está en el horizonte son los cuartos de final de un Grand Slam, la antesala de las semifinales de Roland Garros, el meterse de lleno en la lucha por el título. Y ahí que se planta la canaria, que le propina un doble 6-3 a la croata Tomljanovic, vuelve a pisar una ronda en la que ya dejó huella en 2008, y se sienta a esperar si se culmina el doblete que luego culmina Garbiñe Muguruza (6-4 y 6-2 a la francesa Parmentier). España colocó por primera vez en el siglo XXI a más de una tenista en la antepenúltima ronda parisina (2000).
“Siempre es difícil cerrar estos partidos, había muchas cosas que pasaban por mi cabeza”, dijo aún sobre la pista la número 15 mundial, que jugó con una cinta protegiéndole la pierna derecha, superó break de desventaja en el arranque de la segunda manga y que ahora se enfrentará a la canadiense Bouchard, uno de los talentos emergentes del circuito. “Es una gran jugadora, ha jugado las semifinales en el último Grand Slam, pero voy a intentar seguir adelante”, cerró la española, que ha aprovechado los huecos que han dejado en su lado del cuadro Radwanska y Cornet, sorprendentemente derrotadas.
“Siempre es difícil cerrar estos partidos, había muchas cosas que pasaban por mi cabeza”, dijo la número 15 mundial
En su próximo partido, la canaria hará lo que le distingue. Bouchard saldrá pegando cada pelota, como si el tenis pudiera ser el blitz con el que el ejército alemán intentó someter al mundo. Suárez, que ya se ha visto en muchas de esas, huirá del cuerpo a cuerpo, porque con 1,62m de estatura no se pueden echar esos pulsos. Lo suyo es otra cosa: cambiar profundidades y alturas; abrir ángulos; competir con sutilezas para ganar metros en la pista y rematar la jugada. Así ganó a la canadiense en Wimbledon 2013. Así ha llegado a cuartos. Ahí espera también Muguruza. Todo lo vio Conchita Martínez en la grada, soñando, seguramente, con el equipo que tendría España si la hispanovenezolana elige antes de noviembre que ella no compite por Venezuela sino con La Armada.
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