El Atlètic Barceloneta se mete en la final de la Champions
El equipo catalán supera al Primorje Rijeka (10-8) y aspira a su primer título en la máxima competición europea ante el Radnicki
El paisaje cambiante en Montjuïc dibujó el escenario perfecto para el Atlétic Barceloneta. El cielo se encapotó en Las Picornell. Truenos y rayos vislumbraban una tarde oscura para los marineros que, con las gradas huérfanas de su afición, se tenían que medir en soledad frente al potente equipo croata, Primorje. Sin embargo, cuando las agujas marcaron las 19.30, el sol se asomó por Barcelona. Un guiñó del destino. El público se animó en la que una vez fue la casa de los Jugos Olímpicos y la épica alcanzó las manos de los muchachos de Chus Martín, que vencieron al campeón croata por 10-8, con goles de Español (3), Ubovic (2), Sziranyi, Felipe Perrone, Roca, Minguell y Echenique, y por primera vez alcanzan la final en la máxima competición europea. Solo dos equipos españoles la han ganado, el CN Catalunya en 1995 y el CN Barcelona en 1982.
“La historia nos la debía”, se le escuchó decir a un directivo del Barceloneta al terminar el partido. El centenario club barcelonés organiza con más ilusión que presupuesto, el gran evento del waterpolo europeo. Y con esa misma ilusión los marineros saltaron al agua para jugarle de igual a igual al Primorje. Liberados de la presión del primer debut, ya no tenían nada que perder. “Se ha dado el partido como lo visualizamos, tal como queríamos”, explicó Daniel López Pinedo. “Teníamos que estar arriba en el marcador y tapar bien a sus boyas”, sumó Chus Martín. “La clave del partido fue la defensa”, intervino Albert Español. “Ellos no han encontrado soluciones en ataque. Hemos podidos controlar a sus boyas y en los momentos claves no nos pusimos nerviosos”, añadió el máximo artillero de la tarde, que festejó tres dianas.
Solo dos equipos españoles han ganado el título, el CN Barcelona en 1982 y el Catalunya en 1995
Tras su pasó por el Rari Nantes Florentia, Albert Español volvió al Barceloneta. Tenía una cita con la historia. “El club hizo una gran apuesta esta temporada, que se demuestra no solo en cómo han organizado la Final Six, sino también en el equipo”, aseguró el catalán. “Albert tiene un gatillo”, tercia su entrenador; “en la concentración le dije que era un jugador diferente y que llegaría su momento e iba a demostrar todo su talento”. “Es mi trabajo. Busco el gol y confío en mí”, sumó Español camino a los camerinos, ya con la heroica victoria en el bolsillo de su albornoz azul.
Antes, bajo una lluvia intensa, se batieron los dos conjuntos serbios. Un monólogo del Radnicki sobre el Partizán (9-4). En cualquier caso, el diluvio de goles estuvo en las manos de Zlokovic. Más que una boya, el 9 parecía un luchador. Con 1,97 metros y 100 kilos se trenzó con cuanto gorro blanco le disputó un frente a frente. Un titán, de la inagotable fuente de talento del waterpolo serbio, que ayer sacó a relucir su cartel de mejor jugador del mundo y se despachó con cuatro de la nueve dianas de su equipo. En la final los espera el Barceloneta. “Por ilusión no nos va a ganar nadie”, concluyó el capitán de los marineros.
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