Dos jornadas y 19 objetivos
El Deportivo se desinfla, pero aprovecha el tropiezo del Las Palmas para quedarse a un punto del ascenso
El bus descapotable del Deportivo aguarda en el garaje, pero el del Eibar le ha pasado por la derecha. La fuente donde la afición celebra los éxitos ensaya su juego de luces blanquiazules, pero el equipo que prepara Fernando Vázquez se empeña en convertir la fiesta en agonía. Más de un mes lleva en la búsqueda de una victoria que le sitúe en Primera y no hay manera, encadena dos derrotas y tres empates en los últimos cinco partidos. Ahora quedan dos jornadas, se reduce el margen, pero también la exigencia: ya sólo necesita sumar un punto. La primera oportunidad será el sábado en Riazor ante el Jaén, que se ha complicado en la tabla tras caer en casa ante la Ponferradina (0-1). En cualquier caso un tropiezo del Sporting en Zaragoza también le llevaría al objetivo y los maños necesitan sumar para quedarse al margen de cualquier contingencia respecto al descenso.
El Deportivo estaría festejando con el Eibar si hubiera logrado un empate en Soria, una nueva ocasión dilapidada en un continuo ejercicio de procastinación. Cayeron ante el Numancia, que certificó (2-1) su permanencia. Volvió a penar el cuadro gallego al conceder un gol tras saque de esquina y sin sentirse jamás a gusto logró llevar la paridad al marcador tras una buena internada del chileno Rabello que concluyó Luisinho con un certero remate. Parecía el empate un buen plan para ambos equipos y para el Deportivo hubiera supuesto abrir la puerta del garaje, pero la expulsión de Nuñez por doble amarilla a media hora del final decantó el partido para los locales, sin excesiva pegada, pero afortunados en un gol de Miguel Palanca en el límite del fuera de juego y en una acción en la que el meta Lux pudo tener una mejor respuesta.
Seis equipos (Las Palmas, Sporting, Córdoba, Recreativo, Murcia y Sabadell) se agrupan en esas plazas en una horquilla de tan sólo dos puntos
Al Deportivo no deja de darle vida el Las Palmas, que no le va a la zaga en cuanto a tropezones y miserias. Por segunda jornada consecutiva consiguió ponerse en ventaja en el primer minuto de su partido, por segunda vez acabó derrotado, en esta ocasión (2-3) en casa y ante un Recreativo que aprieta los puestos de promoción. Seis equipos (Las Palmas, Sporting, Córdoba, Recreativo, Murcia y Sabadell) se agrupan en esas plazas en una horquilla de tan sólo dos puntos. “Si ganamos los tres partidos estaremos en la pelea del ascenso directo”, dijo el técnico Sergio Lobera antes de la cita contra los onubenses. Su equipo falló a la primera y tendrá que pelear para asegurar un puesto en la lucha por la tercera plaza de ascenso. Les espera ahora un duro envite en Son Moix ante un rival con el agua al cuello, el Mallorca, que se asomó a la Segunda División B en Girona, donde rescató un empate (1-1) que le mantiene al filo de los puestos de descenso. Se adelantaron los locales al final de la primera parte gracias a un testarazo del zaguero Migue. El Mallorca, al mando de su tercer entrenador de la temporada, Javier Olaizola, había merecido más, pero se vio abocado a una liza agónica que se le puso de cara cuando una rigurosa segunda tarjeta amarilla a Jandro dejó al Girona con diez hombres. Olaizola puso todo su arsenal sobre el césped de Montilivi y comenzó un bombardeo que deparó el primer gol de Geijo con la camiseta roja. Con doce minutos por delante y el viento a favor al Mallorca le faltó un punto de ambición para buscar el triunfo. Dejó pasar una buena opción porque el calendario que tiene por delante no es sencillo: tras recibir al Las Palmas acabará la competición en Córdoba. Un descenso supondría para el cuadro insular regresar a una categoría donde no juega desde 1981, pero sobre todo un serio compromiso para su maltrecha economía.
A ese agujero se asoma el Hércules, que tropezó ante el Lugo (1-1) en su feudo del Rico Pérez y necesitará sumar los seis puntos que le quedan por disputar para al menos tener una mínima esperanza de seguir en Segunda División. Los alicantinos son colistas y aguardan el milagro tras ceder un empate ante un rival que ha bajado varios tonos su nivel. Poco queda del Lugo que asombró durante buena parte de la temporada, pero al menos revirtió su tendencia en los partidos fuera de casa. Había perdido los cuatro últimos y en Alicante iba camino de idéntico destino hasta que, a tres minutos del final, Manu embocó un penalti cometido sobre Sandaza. El Lugo, como la Ponferradina, atisba la meta de la permanencia. A estas alturas, con dos jornadas por jugar sólo el Numancia (y el Barcelona B, que no puede ascender y ya hace tiempo que certificó su permanencia) está en tierra de nadie. Eibar aparte, son 19 equipos que pelean por un objetivo. Con la mayoría de ellos estarán la próxima temporada dos clásicos como Albacete y Racing de Santander, que regresan a Segunda tras superar en la promoción a Sestao y Llagostera.
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