Aguirre cumple y se va

Reunió a todos los jugadores a su alrededor en el campo de la ciudad deportiva. “Estoy muy agradecido a todo el grupo y quiero disculparme si alguna vez no he sido justo con mis decisiones”, soltó ayer de buena mañana el técnico Javier Aguirre a modo de despedida. Un adiós que tenía claro desde hace tiempo, como ya se lo anticipó a Simão, su ojito derecho, hace poco más de un mes. Rumor que se extendió en el vestuario como la pólvora, por más que alguno decía estar sorprendido. “La decisión se ha tomado de mutuo acuerdo”, concedió el presidente Joan Collet. “Era el momento de cerrar este ciclo. Me voy con la conciencia tranquila, lo hice lo mejor que pude, no me guardé nada”, intervino Aguirre después, ya en la sala de prensa.

“Aunque tanto su mujer Silvia como él están enamorados de Barcelona y saben que este club está hecho a su medida”, cuentan desde el entorno más íntimo del entrenador; “tiene circunstancias familiares y profesionales que le aconsejan marcharse”. Esto, sumado a las suculentas ofertas de tres selecciones nacionales (una de ellas es, con seguridad, de Japón) y de varios equipos europeos de ligas competitivas, condujeron a su adiós definitivo.

“Los desacuerdos que tuvo Javier a lo largo de la temporada con la directiva no afectaron en su decisión. Esos son detalles sin importancia”, aseguran desde el club. “Solo puedo decir que estoy muy agradecido a Javier tanto profesional como personalmente. La huella que ha dejado en el Espanyol es importante”, abundó Collet. Aunque en la directiva no estaban demasiados contentos con Aguirre. “Cuando tienes una herida, lo mejor es limpiarla antes de que se infecte”, aseguran desde Cornellà, la facción más reacia a la continuidad del técnico. Aunque no todos opinaban lo mismo. “Nos costará encontrar a otro parecido”, explican desde el club. En los despachos, en cualquier caso, no gustó el desplome del equipo en las últimas jornadas de la Liga —cuentan que Aguirre no dudó en ningún momento de la permanencia del equipo en Primera— ni determinadas declaraciones del técnico a lo largo de la temporada, ya que las consideraban inoportunas y aseguraban que no correspondían a un “hombre de club”.

“Cuando tienes una herida, lo mejor es limpiarla antes de que se infecte”, aseguran desde Cornellà

Pero la relación de Aguirre con el director deportivo Óscar Perarnau era excelente, hasta el punto de que tras romper su vinculación contractual, se fueron a cenar junto al cuerpo técnico. Entiende Aguirre, sin embargo, que Perarnau —como hombre de club y sabedores todos de la realidad económica del Espanyol— tampoco puede cumplir sus expectativas deportivas, sobre todo porque el club va a tener que vender a jugadores capitales y su mercado se reduce a la Segunda División o ligas menos competitivas. “Empezar de nuevo desgasta”, admiten desde su entorno.

“Aguirre ha realizado un excelente trabajo. Cogió el equipo último y nos salvamos. Y esta temporada siempre estuvimos tranquilos. Sin embargo, nunca fue valorado por el club ni por la prensa”, dice uno de los referentes del vestuario, por más que varios suplentes ya tenían caras largas, sabedores de que las rotaciones no son su fuerte.

Hoy cierra el curso ante el Madrid, en un partido para disfrutar porque nada hay en juego. Aguirre lo tiene claro: “Me voy sin ningún trauma. El objetivo se cumplió”.