Un lanzador y un gigante

Al seleccionador bosnio Safet Susic le costó rematar la lista de jugadores que se llevaría a Brasil, en parte, porque en esta ocasión tiene donde elegir. Dzeko, delantero de referencia en el Manchester City, Pjanic, figura clave en el centro del campo del Roma, Misimovic, volante contrastado en el Dínamo de Moscú… Con ellos Bosnia se perfila como la primera opción al segundo puesto del Grupo F, por delante de Nigeria e Irán, y por detrás de la siempre candidata al título Argentina, aunque será el enfrentamiento con los africanos el que marque sus posibilidades en el torneo.

Tener a un creador de juego y especialista a balón parado como Pjanic convierte al equipo bosnio en un equipo muy peligroso en la estrategia. Más si cabe si se le añade la contundencia rematadora de Dzeko, un gigante de 193 centímetros de envergadura. El ariete del City es un bigardo imponente, que además se desenvuelve con soltura con los pies. El funcionamiento de esta pareja será fundamental para Bosnia, así como la pujanza de Misimovic y Begovic, este último de solo 20 años, y que se ha hecho con la titularidad de la portería del Stoke City inglés.

Debutará Bosnia ante Argentina en el primer encuentro del Mundial, en el mítico estadio de Maracaná de Río de Janeiro. Buscará Susic sorprender a la albiceleste, a veces indescifrable en su comportamiento, a través de un juego compacto, seguramente reactivo ante la propuesta de los de Sabella, pero dirigido en todo momento a la explotación de los talentos del gigantón Dzeko, que se enfrentará a sus compañeros de equipo Agüero y Zabaleta. “Lucharemos contra Nigeria por el segundo puesto, esa será nuestra final”, se resignó el delantero en su cuenta de Facebook. Dicho queda.