Almagro rompe al rey Nadal
El murciano elimina al mallorquín y acaba con su racha de ocho ‘godós’ consecutivos
Todo tiene un final. Y las estadísticas de Rafael Nadal en el Open Banc Sabadell de Barcelona se rompieron en mil pedazos con la derrota que sufrió frente al murciano Nicolás Almagro en cuartos. Fueron dos horas y 46 minutos de un juego intenso y vibrante en las que los dos jugadores tuvieron posibilidades. Al final, la victoria fue para el que se mostró más sólido... y no fue Nadal. Almagro se impuso por 2-6, 7-6 (7-5) y 6-4, y acabó con un reinado del manacorense, que había ganado ocho títulos y 43 mangas consecutivas, 11 años después desde que sufrió su única derrota ante Àlex Corretja en la segunda ronda de 2003, el año de su debut. Es la segunda racha que se le rompe en una semana, después de no haber podido alcanzar en Mónaco su décima final consecutiva.
“Lo normal es que algún día pierda”, había confesado Nadal el día que llegó al torneo de Barcelona. “Lo que no era lógico era que se alargara tanto una racha victoriosa”. Nadal estaba luchando para convertirse en el primer jugador en la historia del tenis que ganaba nueve veces un mismo torneo. El récord lo comparte con Guillermo Vilas, que ha vencido ocho veces en Buenos Aires. Sin embargo, esta marca permanecerá intocable: Nadal fracasó en la misma ronda que en Montecarlo, en cuartos, frente a un jugador al que había ganado las 10 veces en que se habían enfrentado.
¿Victorias o derrotas? Son ciclos que llegan y pasan"
“Cada vez me encuentro a un monstruito que me impide llegar más lejos en Roland Garros o ganar torneos de tierra”, había confesado un Almagro que nunca se resignó a su suerte. Nadal le ganó la primera manga con cierta comodidad, pero después tropezó con la firmeza de Almagro, un jugador de los pocos que tiene la capacidad de poder desbordarle. Lo habitual, sin embargo, es que la inconsistencia del jugador murciano, 20º mundial, acabe llevándole por derroteros indeseados en los que va perdiendo el fruto de su trabajo anterior. Pero esta vez, mientras Almagro se iba metiendo cada vez más en el partido, Nadal iba empezando a creer que podía acabar perdiendo.
Tanto Nadal (27 años) como Almagro (28) jugaron a golpes ganadores. Lógicamente, cuando uno toma tantos riesgos acaba cometiendo muchos errores directos. Y si el partido entraba en el terreno de la consistencia, entonces Nadal tenía motivos para pensar que su cabeza acabaría dándole el triunfo. Sin embargo, su problema fue la falta de confianza que todavía arrastra desde sus derrotas en el Open de Australia ante Wawrinka y en Montecarlo, ante Ferrer. La está recuperando y eso le permitió jugar con intensidad y precisión, alargando sus bolas y conectando algunos de sus típicos golpes imposibles. Pero en un par de ocasiones, cuando pudo rematar al murciano y marcharse en el marcador —tres bolas de break para situarse 4-3 en el segundo set, un par de bolas para tomar ventaja en el desempate y tres bolas de break en el último juego del partido—, no se decidió.
“Cuando se pierde un partido que cree que debería ganar, no puede tener buenas sensaciones”, señaló Nadal. “¿Victorias o derrotas? Son ciclos que llegan y pasan. Yo estoy muy satisfecho con lo que he hecho: ganar ocho veces en Roland Garros, Montecarlo y Barcelona y siete en Roma no es fácil. Lo importante es estar preparado para seguir peleando. Lo que importa es jugar bien en Madrid y en Roma. Y ya veremos cómo llego a Roland Garros”.
Almagro se enfrentará al colombiano Santiago Giraldo, que se impuso (6-4, 4-3 y retirada) al alemán Kohlschreiber. “He logrado una victoria importante frente a Nadal en los cuartos de final de un torneo muy importante para él”, señaló Almagro, derrotado el año pasado en la final por el manacorense. En la otra semifinal se enfrentarán Nishikori y Gulbis.
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