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Vela agranda la depresión

La Real Sociedad se mete en Europa tras derrotar con un tanto de penalti a un Betis ya descendido

R. PINEDA
Braian Rodríguez salta a por un balón con Zaldúa y Mikel González
Braian Rodríguez salta a por un balón con Zaldúa y Mikel GonzálezPaco Puentes (EFE)

La Real Sociedad se aprovechó, con el mínimo esfuerzo, de un Betis ya descendido para meterse en Europa y poner fin a un partido fantasmal, jugado sin tensión, casi sin aficionados verdiblancos en la grada. Vela anotó un tanto de penalti en un regalo del conjunto andaluz, que vive un auténtico calvario y que tendrá todavía que seguir compitiendo tres jornadas más con el descenso a cuestas. El choque no fue competitivo y mostró el estado ánimo de un equipo roto, acabado, y otro que le guardó respeto, sin querer apretar el acelerador y que se aprovechó de un penalti estúpido de Juan Carlos para llevarse los tres puntos. El Betis se enfrenta ahora a una complicada reconstrucción porque una temporada destinada para el disfrute, con el equipo jugando la Liga Europa, se ha convertido en una auténtica pesadilla tanto en el aspecto deportivo como el institucional. Tras caer ante la Real, el Betis suma ya 23 derrotas y sigue anclado en unos tristes 22 puntos. No es el problema del conjunto vasco, que volverá a competir en Europa aunque se le haya hecho algo largo el final de la campaña.

BETIS, 0 - REAL, 1

Betis: Adán; Chica, Perquis, Jordi, Juan Carlos (Jorge Molina, m. 74): Juanfran, N'Diaye, Lolo Reyes (Ceballos, m. 80), Juanma (Leo Baptistao, m. 59); Rubén Castro y Braian Rodríguez. No utilizados: Pedro; Caro, Verdú y Cedric.

Real Sociedad: Bravo; Zaldua, Mikel González, Íñigo Martínez, De la Bella; Bergara, Zurutuza; Griezmann, Canales (Elustondo, m. 75), Vela (Xabi Prieto, m. 88); y Agirretxe (Seferovic, m. 65). No utilizados: Zubikarai; Ansotegi, Carlos Martínez y Chori Castro.

Goles: 0-1. M. 48. Vela, de penalti.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Juan Carlos, Braian.

Benito Villamarín. Unos 17.000 espectadores.

No debe resultar fácil jugar un partido cuando se acaba de descender a Segunda División. El Benito Villamarín acogió con una pobre entrada y una extraordinaria frialdad al recién llegado a la categoría de plata, un Betis sin alma y sin carácter, que se enfrentó a la Real con una tensión propia de un partido de pretemporada. Siendo lógica la falta de fuerza del equipo andaluz, destrozados sus jugadores por el descenso, llamó también la atención la desidia de la Real. Dio la sensación de que el conjunto vasco se apiadó del rival y de un ambiente tan frío como el que se vivió en el estadio bético. Igual la temporada se le está haciendo un poco larga. La Real, casi logrado su objetivo europeo, no tuvo pasión ni quiso pasar por encima de un cadáver como es ahora el Betis. Se comportó con exquisita educación en un entierro. Un extraño respeto, una piedad entre profesionales que se limitaron a encararse con cierto oficio. Realmente, nada pasó en el buen cuidado césped del campo verdiblanco. La Real, al trote, ni pasó apuros ni le buscó las cosquillas al Betis. Sí hubo un disparo al palo de Agirretexe, así como un extraordinario disparo de Vela en su única acción potable en la primera mitad. El mexicano se revolvió como un tiro al borde del área y el balón pasó rozando la escuadra de Adán. Fue la única ocasión clara del conjunto vasco. Entre pitos y desgana de la afición andaluza, el encuentro se fue marchitando con el paso de los minutos.

Salió más enchufada la Real en la segunda mitad. No obstante, como a lo largo de esta espantosa temporada, el Betis dio su enésimo paso hacia el abismo. Un estúpido y claro penalti de Juan Carlos a Vela le abrió a la Real el camino del triunfo. El extremo bético jugó como lateral izquierdo y no supo medir, hasta el punto de que Ayza le perdonó la segunda amarilla como consecuencia de la acción sobre el mexicano. El gol acabó con un partido, que, en general, fue un auténtico simulacro. Griezmann lanzó al palo y Rubén Castro, en un mal momento de forma, gozó de la única ocasión del Betis, bien resuelta por Bravo. Fue el único momento del encuentro donde el equipo andaluz se mostró competitivo. Así, casi sin querer, el choque, de poco guión, se fue apagando. En pocas ocasiones lo tendrá tan fácil la Real, con un rival descompuesto por el descenso. Vela aprovechó el enésimo regalo del Betis en esta temporada tan complicada.

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