Mourinho pierde los papeles (y quizás la Liga)
El sábado, Mourinho perdió los papeles. Y su récord más personal: nunca antes había perdido en Stamford Bridge en un partido de la Premier. Y probablemente perdió también cualquier opción de ganar el título de la Liga inglesa. Y, además, contra el colista, el Sunderland (1-2). Escocido como estaba, montó un numerito. Ya se sabe que Mourinho nunca tiene la culpa de sus derrotas. La culpa siempre es de otros. Unas veces de los jugadores, por no ser lo bastante buenos o ser demasiado viejos, como sus goleadores en el Chelsea. Otras, de los jugadores también por no seguir al pie de la letra sus instrucciones. Casi siempre, del árbitro, claro.
Esta vez le tocó al árbitro. No solo al del partido del sábado, que cometió el ultraje de pitar penalti contra el Chelsea a menos de 10 minutos del final. Sino a todos los de la Premier. Las conspiraciones contra Mourinho son cada vez más colosales.
Estamos avisados: si Mourinho no gana el título es porque ha habido una conspiración contra él
Lo que hizo el sábado para enfrentarse a los conspiradores fue memorizar un pequeño guion que repitió en las ocasiones en que están obligados a hablar los entrenadores (o sus asistentes, si por alguna razón no les apetece dar la cara) después de cada partido de la Premier. Dijo casi lo mismo ante las cámaras de Sky, ante las de la BBC, en la sala de prensa. Y no aceptó preguntas.
Cargando sus palabras de meditado sarcasmo, felicitó a sus jugadores por el partido; al Sunderland por su victoria (“Es igual cómo, por qué o de qué forma ganaron”, ironizó); al árbitro, Mike Dean, por su actuación “increíble” y “fantástica”; y también al responsable de los árbitros, Mike Riley, porque también están haciendo un trabajo fantástico esta temporada “especialmente en los dos últimos meses y con los equipos que luchan por el título”.
Estamos avisados: si Mourinho no gana el título es porque ha habido una conspiración contra él. “Lo que está haciendo es desviar la atención del hecho de que el Chelsea ha perdido contra tres equipos que luchan para evitar el descenso”, le acusó su colega Glenn Hoddle en los estudios de Sky nada más escucharle.
Su problema es que ha ganado dos veces al City y una al Liverpool, pero se ha dejado en el camino 15 puntos contra equipos secundarios
El problema de Mourinho no son los árbitros. Las opiniones de expertos e hinchas están divididas sobre el penalti del sábado (que ni siquiera lo pitó el árbitro: fue un juez de línea), pero nadie cuestiona que el Chelsea debió jugar con 10 desde antes del descanso por un manotazo deliberado de Ramires a un rival. La semana pasada, su equipo jugó contra 10 desde el minuto 16 después de que el capitán del Chelsea, Terry, pidiera y consiguiera la segunda tarjeta, muy blandita, contra Chico, en Swansea.
El problema de Mourinho es que ha ganado dos veces al Manchester City y una al Liverpool, pero ha perdido 15 puntos contra equipos de la segunda mitad de la tabla. Trece de ellos, desde finales de enero. El otro problema de Mourinho es que el Liverpool va como una bala: ha ganado sus 11 últimos partidos. Ayer ganó en Norwich (2-3). Eso significa que le lleva cinco puntos al Chelsea cuando solo les quedan tres partidos. El City está a nueve, pero le quedan cinco partidos.
El domingo que viene es la cita del año: el Chelsea visita Anfield. El drama para Mourinho es que, ahora, ganar allí puede no ser suficiente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.