“Estuve lento y sin chispa”
“Tengo que trabajar para exigirle más en el futuro”, admite el campeón de 13 grandes
“Felicidades Novak, a ti y a tu equipo”. Rafael Nadal tenía poco que decir sobre la pista central de Miami. Con la derrota aún fresca, mantuvo la educación y el gesto serio. Novak Djokovic, ya con el trofeo asegurado, intentó replicar el discurso de buenas maneras y lugares comunes, hasta que, presa de la emoción, su lengua se disparó. “Estoy muy contento”, se arrancó en un inicio sin pirotécnica. Entonces, con el español aún codo con codo, bien cerquita, soltó una frase que explicó fielmente cuáles eran sus sentimientos: “Jugué un gran partido. Mala suerte, Rafa”, subrayó, e inmediatamente volvió a la senda protocolaria. “Siempre es un reto y un placer jugar contra ti, la mejor suerte para el resto de la temporada”.
Nadal, que ganó 21 puntos menos que el vencedor, se marchó pensativo. La derrota hace algo más que confirmar que los Master 1.000 son hoy cosa de dos, porque el español y el serbio son desde ayer los campeones defensores de los nueve trofeos de la categoría (cinco Nole, que ha ganado los últimos cuatro; y cuatro el mallorquín). Pone también en riesgo el número uno mundial del español, que tendrá que defender su trono en un terreno tan amable como hostil: arranca la gira de arcilla europea, de siempre el territorio de caza preferido del mallorquín, pero precisamente por eso Nadal tiene que defender todos los grandes títulos en juego (Roland Garros, Roma, Madrid y Barcelona) menos uno (Montecarlo, que ganó Djokovic en 2013). Desde ahora, al español y el serbio les separan menos de 2.000 puntos.
“Jugué un gran partido. Lo siento Rafa”, dijo Nole aún sobre la pista tras ganar la final
“Estoy muy satisfecho de mis semanas en los Estados Unidos”, dijo Nole, campeón tanto en Indian Wells como en Miami, donde consiguió que Nadal pasara de ganar el 75% de los puntos con su segundo saque a un modesto 47%. “Esta es mi superficie preferida (por el cemento), y, además, siempre tendré un gran recuerdo de Miami, porque aquí, en 2007, gané mi primer gran título”, añadió el ganador, quien, curiosamente, se ha reencontrado con los títulos justo cuando le ha vuelto a acompañar su técnico de siempre (Marian Vajda) y se ha ausentado momentáneamente el nuevo (Boris Becker). “Intenté no descentrarme ni por un segundo. Rafa es el tipo de jugador que aprovecha cualquier oportunidad que le des”.
“No voy a buscar pequeñas excusas, la justificación es que él ha sido mejor que yo y tengo que trabajar para estar a la altura y exigirle más en el futuro”, le continuó Nadal, ya fuera de la pista y dentro de la rueda de prensa. “No me moví tan bien como me suelo mover. Estuve lento y sin chispa. Él, muy sólido. No ha fallado nada por momentos. Siento que él estaba teniendo demasiado éxito con cada golpe. Es imposible jugar contra él cuando está a este nivel. Ha obtenido mucho premio sin tener que arriesgar”, cerró el español, que ha llegado al menos hasta la final en cuatro de los cinco torneos que ha disputado en lo que va de curso 2014 (dos títulos).
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