“Para ser futbolista hay que aprender en la calle”
Sergio García (Barcelona, 1983) siempre tuvo claro su destino. “De pequeño miraba todos los partidos de mi padre, aunque él no llegó a jugar en Primera. Yo sabía que sería futbolista”, recuerda el delantero, dueño del balón en el Espanyol. Criado en el barcelonés barrio del Bon Pastor, el capitán destila seguridad.
Pregunta. ¿Vuelve al barrio con frecuencia?
Respuesta. Sí, ahora estoy yendo dos o tres veces por semana. Llevo a mi hijo a la piscina municipal. Y continúo yendo a la peluquería de toda la vida.
P. Menos cuando se murió su suegro que respetó la tradición gitana y no se cortó el pelo, ni la barba durante 40 días.
R. Yo no soy gitano, pero respeto la tradición familiar. Son muchísimos años, me crié allí y hay muchas cosas que las hago igual. También me gusta mucho el flamenco y cómo se festejan las fiestas. Los que vienen, disfrutan.
P. ¿El fútbol es para listos?
R. Hay algunos jugadores que no tienen esa pillería, pero para ser futbolista tienes que tener muchas cosas aprendidas de la calle. Como ser más listo que un defensa. En la calle se aprende. Cómo engañar al contrario, darle un caramelito y decirle que lo está haciendo bien, cosas así…
P. ¿Cuándo se dio cuenta de que podía vivir del fútbol?
R. Siempre he metido muchos goles, pero hubo un momento en que parecía que dejaría el fútbol porque me echaron del Barça cuando estaba en infantiles. Quizás otra persona con una mentalidad más derrotista lo hubiese dejado, pero sabía que había hecho las cosas bien. Terminé el año como el que más marcó, pero no era titular. Quería triunfar en Primera. Mi sueño no me lo iba a quitar nadie.
P. Debutó en el Barcelona, pero después tuvo que marcharse. ¿Fue difícil?
“Me parece que este no es el mejor año del Barça, ni está en su mejor momento”
R. No, sabía que no todo es llegar al primer equipo y estar siempre ahí. Estoy contentísimo de los pasos que he dado en el fútbol.
P. Sufrió dos descensos y jugó un año en Segunda.
R. Muchas de las cosas que pasan no te gustan, pero a veces en el fútbol tienes que tragar. Son esas circunstancias las que te hacen más fuerte.
P. ¿Y qué aprendió?
R. Que tienes que esforzarte mucho más, tanto en defensa, como en ataque. Quizás eso en el Barça no se trabaja tanto. En los equipos en los que he estado me di cuenta de que eso es fundamental.
P. ¿Cómo ve al Barça?
R. Me parece que este no es su mejor año, ni tampoco están en su mejor momento. Aunque hayan hecho un buen partido en el clásico, en las últimas salidas no han jugado bien. Y nosotros estamos en un buen momento.
P. Llegó a la selección en la Eurocopa de 2008 jugando en el Zaragoza, ¿cree que puede volver a tener una oportunidad?
R. Sé que es difícil. A lo mejor si juegas en un equipo grande hay más posibilidades. El equipo es fundamental para que uno pueda ir a la selección. Hay jugadores que lo están haciendo muy bien, pero yo también. El sueño jamás lo he perdido.
P. ¿Cómo fue su experiencia con Luis Aragonés?
R. Era un tío espléndido, muy gracioso. Todo el mundo habla bien de él. Cuando llegué a la selección me dijo: ‘Tú has llegado aquí, yo solamente te he convocado. Son tus méritos los que te han traído hasta la Eurocopa’. Me quedé sin palabras. Ese año había sido bueno para mí, pero que el técnico te diga eso... Luis creyó en mí.
Si tienes el cariño de tu familia, de tu afición y de tus compañeros se ve reflejado en el fútbol
P. ¿Y Aguirre?
R. He aprendido mucho con él. Sabe muchísimo de fútbol y maneja muy bien el vestuario. Y también ha sido quien me volvió a colocar en mi posición, en la que hacía mucho que no jugaba. Además, se lleva muy bien con todo el mundo y siempre está de risas.
P. ¿Le gusta que el entrenador sea cercano al jugador?
R. Sí, pero Aguirre sabe perfectamente distinguir y no le gusta meterse en el vestuario. Entiende que cada uno debe tener su espacio y eso para un grupo es magnífico. El equipo está muy contento con él y a nosotros no gustaría que siguiera.
P. ¿Se ha sido injusto con él?
R. Ha realizado un gran papel en el año y medio que lleva aquí. Cogió un equipo que estaba último, y que había estado no sé cuántas jornadas en el descenso y pasó a ser un equipo competitivo. Salir de la zona de descenso no es fácil, y lo consiguió a falta de seis o siete partidos. Eso es de admirar. Y este año igual, de momento no hemos tenido apuros y que no tenga su recompensa de renovar, para mí, no sería justo. Tendría que tener una propuesta para seguir.
P. ¿Y usted, se va a quedar en el club?
R. En eso estamos, a ver si podemos llegar a un acuerdo. Me encantaría quedarme aquí muchos años. Jamás me había sentido tan cómodo y tan a gusto en un club. La gente me trata súper bien. Y eso no se paga con nada. Si tienes el cariño de tu familia, de tu afición y de tus compañeros se ve reflejado en el fútbol.
P. ¿Es muy supersticioso?
R. No, nada. Antes a lo mejor hacía una tontería de pisar con un pie. Pero hace muchos años que no tengo supersticiones.
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