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Bilbao abraza a su equipo de baloncesto

El Madrid, que despidió y apoyó a su rival haciéndole pasillo al final del partido, vence en Miribilla (73-87) en un encuentro marcado por la crítica situación del proyecto local que ha motivado la huelga indefinida de los jugadores a partir de mañana

Faustino Sáez
Los jugadores del Madrid hacen pasillo a los del Bilbao al término del partido
Los jugadores del Madrid hacen pasillo a los del Bilbao al término del partidoacb

Los jugadores del Bilbao Basket se reunían al término del partido en el habitual corrillo en el centro de la pista con las emociones a flor de piel, llorando muchos de ellos, agradeciendo el cariñoso apoyo de su afición a un proyecto que se desvanece entre impagos, deudas, patrocinios de cartón piedra y promesas incumplidas. Mientras el Madrid, que acababa de alcanzar su 24ª victoria en la Liga (73-87), se organizaba para hacer pasillo a sus compañeros del equipo rival; para mostrar su solidaridad con unos jugadores que a partir de mañana se pondrán en huelga indefinida a la espera de una solución y que, en el que pudo ser el último encuentro del equipo bilbaíno, estiraron la dignidad competitiva hasta el límite de sus fuerzas para ofrecer un choque a la altura de su historia.

Bilbao, 73 - R. Madrid, 87

Bilbao Basket: Grimau (9), Bertans (19), Mumbrú (12), Hervelle (3) y Kavaliauskas (6) -cinco inicial-; Alberto Díaz (1), Pilepic (2), Markota (9), Gabriel (12), Vrkic y Samb.

Real Madrid: Llull (9), Rudy Fernández (13), Darden (6), Mirotic (9) y Bourousis (2) -cinco inicial-; Sergio Rodríguez (17), Draper (3), Dani Díez (4), Reyes (16), Slaugther (4) y Mejri (4).

Parciales: 19-15, 35-38; 58-63 y 73-87.

Árbitros: Pérez Pizarro, Cortés y Sánchez Muelas. Sin eliminados.

10.000 espectadores en el Bilbao Arena de Miribilla. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Iñaki Azkuna, el alcalde de Bilbao fallecido el jueves pasado.

Al igual que el epílogo, los prolegómenos –con minuto de silencio a Iñaki Azkuna incluido- acumularon tanta carga emotiva que los jugadores tardaron un buen rato en afinar. Los primeros minutos del partido fueron una sucesión de desatinos con un 0 de 9 en tiros de dos para los locales y un 2 de 6 en tiros libres para los visitantes. Para los de Pueyo, el único sustento en ese tramo eran los triples del letón Bertans y las segundas opciones que les ofrecía su dominio en el rebote ofensivo; en los de Laso, apenas Mirotic superaba la espesura de cara al aro. Sin embargo, un par de robos de los hombres de negro bastaron para romper la modorra. Germán Gabriel anotó la primera canasta en la zona madridista a 2m 30s para el final del primer cuarto y un contragolpe culminado por Mumbrú selló un parcial de 7-0 que motivó un tenso tiempo muerto en el banquillo del Madrid. “¿Pensáis que ellos no van a jugar? ¿Pensáis que no os van a pegar? Y tú Salah (Mejri), ¿me puedes explicar por qué dejas recibir a Germán (Gabriel) y dar un bote, dos botes, tres botes…es el mejor del mundo en eso y te la va a meter…da igual que midas 2,20 o 2,60, te la va a meter…”, clamó Laso ante sus jugadores, que asumían la bronca con resignación. La reprimenda no tuvo efecto inmediato, pero los blancos fueron recomponiendo la figura. Les ayudó la lesión de Hervelle que, tras ocho minutos en pista, tuvo que abandonar el partido con un esguince de rodilla. Su baja se unía a la ya conocida de Raúl López (fractura del cuarto metacarpiano de su mano izquierda) que coincidió además con tres derrotas consecutivas que descabalgaron al Bilbao en la tabla. Toda una sucesión de problemas que sin embargo no anticiparon la rendición local.

Los 10.000 aficionados de Miribilla ovacionan a su equipo
Los 10.000 aficionados de Miribilla ovacionan a su equipoLuis Tejido (EFE)

El Bilbao dominaba claramente la pelea bajo los aros con un 16-8 a favor en rebotes y Laso decidió recomponer su dique de contención. Mejri -que había cometido la innecesaria frivolidad de dedicar a su banquillo un mate a una mano y con la otra mano en la nuca  a lo Karl Malone (al que respondió Mumbrú con el mismo gesto tras un triple)- pagó el desbarajuste blanco en la pintura (21-15, m. 11). En contra del guion habitual, Draper y Slaughter saltaron a la pista antes del minuto 14 con la misión de tensar la cuerda y subir la intensidad defensiva del líder. Felipe Reyes se sumó a la causa de los especialistas en partidos enrevesados y el duelo cambió de color. El acierto del capitán madridista lideró un contundente parcial de 5-17 (26-32, m. 17).

Grimau, emocionado al final del partido
Grimau, emocionado al final del partidoLuis Tejido (EFE)

La intensidad del Madrid en defensa y las ráfagas episódicas de Sergio Rodríguez y Rudy Fernández, llevaron al líder a ensayar el demarraje (39-49, m. 25). Sin embargo, cinco puntos consecutivos de Germán Gabriel dieron aire al Bilbao que, de nuevo bajo el impulso de Bertans, volvió a agarrarse al partido con un parcial de 11-4 (50-53, m. 27). No cedía en su empeño Mumbrú y lucía puntería Markota estirando la resistencia hasta el final del tercer cuarto (58-63, m. 30). Pero el último repecho se les hizo insuperable. Tres pérdidas consecutivas y un triple de Draper cerraron la contienda (66-78, m. 36) y dieron paso al abrazo conjunto del Bilbao con su afición en busca de la supervivencia de un proyecto, un equipo y un espíritu infinitamente más grandes que sus gestores.

“El baloncesto es muy importante en Bilbao”

“Se ha demostrado que el baloncesto es muy importante en Bilbao. Tenemos la suerte de tener una gran afición que quiere a este equipo porque juega con carácter y con orgullo”, resumió Rafa Pueyo tras el partido ante el Madrid. “A partir de este lunes iniciamos una huelga que no se había visto nunca en la ACB y veremos hasta cuando dura. Tenemos que ser optimistas y pensar que se va a solucionar, pero esto es muy duro”, prosiguió el técnico del Bilbao Basket. Su afición (10.000 espectadores abarrotaron Miribilla) les abrazó con su empuje constante y una sentida ovación al final del encuentro.

Sin poder contener las lágrimas en su retirada hacia el túnel de vestuarios, los jugadores del Bilbao Basket se encontraron con el homenaje de sus compañeros del Madrid que les hicieron un pasillo de apoyo y reconocimiento. “Se lo merecen y tienen todo nuestro ánimo. Ojalá la situación se solucione y pronto vuelvan a ser el equipo que han sido estos años”, expresó el capitán madridista, Felipe Reyes. “Ha sido una victoria sufrida, pero el resultado es lo de menos. Lo importante es que se solucionen cuanto antes sus problemas”, refrendó Sergio Llull. “Mucho ánimo de corazón a toda la plantilla del Bilbao Basket y a su espectacular afición”, añadió Rudy Fernández.

“Lo que nos ha hecho sentir nuestra afición hoy en Miribilla no tiene palabras”, dijo Álex Mumbrú antes de agradecer el gesto a su exequipo. “Tenemos que dar las gracias al Real Madrid porque nos ha demostrado mucho”, dijo. A la espera de encontrar esa viabilidad contable, en Miribilla se paraliza la actividad deportiva. Desde este lunes quedan suspendidos los entrenamientos y, si nadie lo remedia, el domingo a las 12.00 no habrá partido ante el Barcelona. El Bilbao Basket es 12º en la clasificación tras perder contra el Madrid (73-87). Pero ayer el resultado era lo menos importante. Esta semana arranca su partido por la supervivencia.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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