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“Tenemos fuerzas para estas 10 finales, vemos algo bonito”

Raúl García, tras la entrevista
Raúl García, tras la entrevistaluis sevillano

“Esto es fútbol, no me sorprende”, dice Raúl García (27 años) cuando uno de los periodistas reconoce que le ha criticado. También es fútbol su historia en el Atlético, pitado por la hinchada en su primera etapa y ahora aclamado por su esfuerzo y sus goles, 15 en todas las competiciones. Su alto rendimiento ha desplazado a Villa al banquillo, ley de fútbol también, del que desconecta cuando acude a su Zizur natal, donde se airea recorriendo los montes navarros en bicicleta o con los amigos. “Los necesito, no solo como vía de escape, sino por tener esa rutina que no he podido tener por ser futbolista”. El Atlético juega esta tarde ante el Betis (17. 00, C+Liga y Gol T), “aunque no pensamos en el clásico, solo en ganar nosotros”

Pregunta: ¿Entendía las críticas?

Respuesta: Cuando llegué al Atlético se crearon expectativas, no solo por mí, sino por otros jugadores que llegaron. Cuando no juego bien soy mi primer crítico, le doy vueltas y busco el porqué. Otra cosa es que crea que haya habido más exigencia de la que debería haber habido, pero eso es cuestión de cada uno. Pero sí, entiendo las críticas.

P. Extrañó que Javier Aguirre, que le conocía, se empeñara en alinearle de mediocentro.

R. Si se mira lo que había arriba (Agüero, Forlán, Simão, Reyes y Maxi) aquello era inamovible. Él pensó en recolocarme porque sabía que soy sacrificado. ¿Que no sea el puesto más idóneo? Quizá hay que ver cómo jugábamos antes, nos partíamos mucho. No creo que Aguirre se equivocara, tampoco que los dos primeros años fueran tan malos. Otra cosa es que se me exigiera que fuera un jugador creativo.

P. ¿Le dolieron los pitos?

R. Lo pasé mal, porque al final, joder... Cuando silban a un compañero no me gusta porque sé lo que es eso y no te ayuda en nada. No es cómodo ni fácil para mejorar, son una traba.

Mis primeros años no fueron tan malos, otra cosa es que se me exigiera crear”

P. Contra el Milan, el Calderón se le rindió como nunca.

R. Tengo un problema, soy más pesimista que optimista. Cuando hago las cosas bien no me parece tanto y cuando las hago mal, me exijo mucho. Soy muy perfeccionista. En el momento no lo valoro, pero lo agradezco.

P. Cuando Simeone le dio oportunidades en la Liga Europa de la temporada pasada, ¿pensó que podía crecer tanto?

R. El punto en el que más empecé a creer en mí fue cuando regresé a Pamplona. A Mendilibar le agradezco mucho la confianza que me dio. Cuando no te salen las cosas, dudas. Regresé al Atlético y de nuevo, las dudas... Simeone había hablado bien de mí, pero no sabía hasta qué punto iba a confiar en mí, así que otra vez a empezar de cero. Me dijo que en este equipo era jugar, banquillo, a la grada... pero que si le daba lo que me pedía confiaría en mí y así ha sido.

P. Más allá de su sacrifcio, su golpeo de balón le ha dado goles y le ha aupado a la titularidad.

R. El otro día me escribió Jordana, un entrenador que tuve en alevines. Me daba la enhorabuena y me decía que lo que tengo nadie me lo ha enseñado, que yo lo llevaba. Puede ser que lo lleves dentro, pero lo he ido mejorando. Con siete años tenía un entrenador que no me dejaba golpear con la derecha.

Raúl García cabecea ante Rami y De Jong en el Atlético-Milan.
Raúl García cabecea ante Rami y De Jong en el Atlético-Milan.LUIS SEVILLANO

P. Ahora también se le ve más agresivo, inmerso en batallas como en las que hubo en los derbis de Copa con el Madrid.

R. La mentalidad del míster es esa y nos la ha sabido inculcar, pero no hay violencia como se ha dicho. Luego está la madurez, cuando empezaba con Cruchaga y Puñal, con 19 años, me decían que con 27 o 28 años estaría mejor y no me lo creía. Es verdad, aprendes a llevar los partidos, a correr mejor, cuándo apretar...

P. ¿Le ha marcado Puñal?

R. Sí, es el oficio de futbolista por excelencia. Igual no da portadas, pero es un ejemplo por todo. Es el día a día, un tío que no se queja, que trabaja, que no se pierde ningún entrenamiento, que te ayuda en lo que puede.

P. ¿Tan difícil es entrar en el once de Simeone que hasta a Diego y a Sosa les cuesta?

R. Es complicado. Si conseguimos cosas es porque el equipo sabe cómo juega, con una identidad reconocida. A pesar de tener calidad, a esa clase de futbolistas les cuesta porque hay que dar lo que tienes y lo que pide el equipo. Es lógico, tienen que aprender todo lo que hacemos, pero es rutina. Es verdad que de primeras cuesta entrar en este equipo por la identidad que tenemos, pero ese se coge y acabarán entrando,

Tengo un problema, soy demasiado pesimista. Si hago las cosas bien no me parece tanto”

P. Usted ha sentado a Villa.

R. No me gusta que se diga que siento a Villa, cuando yo no jugaba, jugaba él, lo bueno es que se beneficie el equipo con cualquiera que salga.

P. ¿Es más táctico ahora?

R. Juego más adelante, pero el míster quiere que le haga un trabajo defensivo, la base de este equipo es esa. Si quieres ir por tu cuenta y hacer goles, Simeone no te va a poner.

P. ¿Le reforzó la capitanía?

R. No le das importancia al principio, pero cuando te la dan has de ser mas responsable. No me gusta ser el ejemplo de nadie, pero sí que tienes que ser la extensión del míster. Cuando te eligen tienes que aportar mucho, incluso cuando no juegas.

P. ¿Podrán aguantar ese ritmo de juego tan intenso en las diez finales que dicen que les quedan?

R. Para buscar fuerzas solo hay que mirar para atrás y ver el esfuerzo hecho. Son dos meses, pasan volando y tenemos fuerza de sobra porque vemos algo que puede ser bonito para todos.

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