Kobe y su sospechoso adiós al curso

No hay tres días seguidos de alegría para los Lakers. A su reparador triunfo ante Oklahoma, el pasado domingo, le sigue la noticia de que Kobe Bryant ya no volverá a jugar esta temporada. Otro jarro de agua fría para la sufrida afición que llena prácticamente siempre los 18.997 asientos del Staples Center. Ya son dos años de mal en peor, de decepción tras decepción. Y ahora, con el equipo en la última plaza de la Conferencia Oeste con 42 derrotas y 22 victorias, ya ni siquiera quedará el aliciente de volver a ver en acción a la estrella del equipo.

La noticia contradice el diagnóstico de los médicos que, el pasado 19 de diciembre pronosticaron que en seis semanas Kobe volvería a estar listo para volver a las canchas. Sin embargo, la fractura de la rodilla izquierda que el 24 de los Lakers sufrió en un partido ante Memphis disputado el 17 de diciembre es más importante de lo que en principio parecía.

Por supuesto, dada la situación del equipo, que ya no tiene absolutamente nada que hacer esta temporada excepto tratar de no salir más malparado y salvar la cara mínimamente ante sus aficionados, crecen las sospechas de que los Lakers dejen correr la temporada para tener un porcentaje de posibilidades más alto de elegir a los mejores jugadores en el próximo draft. La camada universitaria promete y desde el inicio de la Liga se extendió un espeso manto de recelos y suspicacias porque varios equipos no hicieron demasiado por reforzar sus plantillas, más bien todo lo contrario.

Los equipos sobre los que recayeron las mayores sospechas fueron Boston, Utah, Milwaukee, Philadelphia, Toronto y Phoenix. Estos dos últimos han rendido muy por encima de lo esperado, pero los demás han confirmado de pleno los malos augurios. Los Lakers cayeron a partir de diciembre en el saco de los peores equipos. En Estados Unidos se denomina tanking al paradójico proceso por el que algunos equipos se dejan ir y prefieren ocupar las últimas posiciones para tener más opciones de elegir en el draft a los mejores jugadores.

“Puede ser que a la franquicia no le importe perder un partido más para estar en una posición más alta de cara al año que viene" Pau Gasol

Los Lakers no pudieron contar con Kobe hasta el 8 de diciembre, fecha en la que reapareció tras una fractura del tendón de Aquiles en la pierna izquierda que lo tuvo ocho meses de baja. A pesar de ello y de que las bajas se le fueron acumulando con las lesiones de Nash, Blake y Farmar, llegaron al 20 de diciembre con un balance de 13 victorias y otras tantas derrotas. Pero a partir de ese momento, después de que Kobe volviera a lesionarse, cayeron en picado y sus bajas siguieron multiplicándose.

Pau Gasol, que se perdió diez partidos, respondió el martes en una entrevista en Rac-1 a las acusaciones de que los Lakers están haciendo tanking. “Yo personalmente nunca lo he notado”, dijo. “Puede ser que la a la franquicia no le importe perder un partido más para estar en una posición más alta de cara al año que viene, pero el jugador siempre quiere ganar”.

Kobe Bryant solo ha disputado esta temporada seis partidos. Tiene 35 años y el 25 de noviembre firmó la extensión de su contrato hasta 2016. Pese a que rebajó notablemente su ficha, continuará siendo el jugador mejor pagado de la NBA. Esta temporada percibe 30,4 millones de dólares, 22,5 de euros, y su renovación se produjo por 48,5 millones de dólares, 34,8 de euros, por las dos próximas temporadas.