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PREMIER AL AJILLO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Özil se desinfla

Özil reacciona tras falla un penalti ante el Bayern
Özil reacciona tras falla un penalti ante el BayernEDDIE KEOGH (REUTERS)

La Premier ha vivido este fin de semana una jornada de transición, con victoria de todos los grandes. El Chelsea mantuvo el liderato gracias a la vieja guardia, con un gol en el último suspiro de Terry con asistencia de Lampard que le permitió derrotar al correoso pero declinante Everton de Roberto Martínez (1-0). El Arsenal se sacudió fantasmas de encima y se consoló de su derrota europea ante el Bayern endosándole cuatro dianas al Sunderland (4-1). El Manchester City, herido en su orgullo el martes en el Etihad por el Barcelona necesitó de un solitario gol de Yaya Touré en el segundo tiempo para salvar los platos ante el Stoke City (1-0). El Liverpool sigue disfrutando y haciendo disfrutar más que nadie y deleitó a propios y extraños con un festival de goles propios y ajenos (4-3) ante el Swansea y seguir enganchado al sueño de la liga y consolidando sus opciones de Champios. Hasta el Manchester United ganó en la cancha del Palace (0-2), con un penalti de Van Persie y un gol del que ya es el jugador mejor pagado de la Premier, Rooney: 300.000 libras a la semana. Es decir, casi 19 millones de euros al año.

En una jornada de absoluta transición y sin sorpresas, el chismorreo del fin de semana estuvo en el Emirates, donde Wenger tiene que politiquear con los partes médicos para explicar algunas ausencias. Volvió al equipo titular el francés Giroud después de lesionarse misteriosamente coincidiendo con la publicación de sus aventuras extraconyugales con una modelo de lencería. Giroud se convirtió en el hazmerreir de sus compañeros y de hinchas propios y rivales cuando se publicaron fotos suyas en paños menores en el hotel de Londres en el que había pasado la noche con la señorita en vísperas de un partido del Arsenal. Su regreso, sin embargo, fue triunfal: abrió el marcador a los cinco minutos y dobló el marcador a la media hora.

Su calidad no se discute, pero sí se empieza a cuestionar su actitud y su capacidad de compromiso

El regreso goleador de Giroud fue una buena noticia para la desorientada afición de los gunners, cuya tradicional falta de fe en el equipo tras una sequía de gloria que empieza a acercarse peligrosamente al decenio ha aumentado de forma proporcional a la caída de forma de Mezut Özil. El alemán de origen turco se está desinflando, en lo que parece una trayectoria peligrosamente semejante a su paso por el Real Madrid. Su calidad no se discute, pero sí se empieza a cuestionar su actitud y su capacidad de compromiso.

A su llegada fue señalado por todos como el hombre clave del Arsenal, como el jugador que ha sido capaz de galvanizar al equipo y transformar en una máquina de ganar a un grupo de jugadores jóvenes con mucha clase y poca miga. Su baja forma ha coincidido con los primeros chascos del Arsenal. Las recriminaciones públicas que le han hecho en los últimos partidos algunos de sus compañeros son un mal augurio. El hecho de que fallara el miércoles un penalti contra el Bayern en la primera parte puede ser meramente anecdótico, pero puede también acabar marcando la temporada del Arsenal dado el frágil carácter tanto de Özil como del propio equipo. El sábado no jugó ante el Sunderland. Oficialmente debido a una lesión muscular, aunque se le espera de vuelta el próximo sábado. La incógnita es si ha estallado la burbuja Özil o es solo un pinchazo que tiene remedio.

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