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Balotelli, todo o nada

El delantero del Milan es capaz de actuaciones grandiosas, como su reciente golazo por la escuadra al Bolonia, pero le perjudica su falta de continuidad y un carácter rebelde

L. J. M.
Balotelli trata de controlar un balón.
Balotelli trata de controlar un balón.GIAMPIERO SPOSITO (REUTERS)

El viernes pasado, en el partido que enfrentó al Milan con el Bolonia, Mario Balotelli (Palermo, 23 años) parecía ausente. Protagonizaba una de esas actuaciones en las que no entra en la dinámica del juego y que tanto cuestionan su verdadera altura como jugador. A cinco minutos del final, agarró el balón a unos 35 metros, ligeramente escorado a la derecha, y descerrajó una parábola hasta la escuadra que le dio la victoria a su equipo (1-0). “No creo que haya tres jugadores en el mundo capaces, no de marcar ese gol, sino de pensarlo. Eso te da la medida del jugador que puede ser, pero debe madurar y ser más continuo. Ahora puede hacer o todo o nada. Antes de marcar ese gol, había fallado uno más claro”, explica Arrigo Sacchi sobre los tics guadianescosde la principal amenaza ofensiva que se encontrará el Atlético mañana en San Siro. “Debe tener una participación más emocional en el juego, eso es lo que le pide Clarence”, reconoció Mauro Tassotti, el hombre que hizo de puente entre la marcha de Allegri y la llegada de Clarence Seedorf.

“No hay tres jugadores en el mundo capaces de pensar ese gol” Arrigo Sacchi

 Ese espectacular tanto de Balotelli llegó pocos días después de que enseñara una imagen de debilidad emocional pública desconocida en un futbolista que ha llegado a confesar que en el campo se siente con Mike Tyson. Sus lágrimas en el banquillo, después de que Clarence Seedorf le sustituyera en la derrota del Milan en Nápoles (3-1), dieron la vuelta al mundo. Su compañero marroquí Taarabt, fichado durante este mercado de invierno del Queens Park Rangers, explicó que las lágrimas de Mario eran por Pía, la hija que tuvo con su anterior pareja y que en un principio se negó a reconocer. Recientemente, la madre había acusado al delantero de no interesarse por la niña.

También durante esos días previos al partido con el Bolonia hubo un malentendido con unas palabras de Seedorf sobre su figura. El entrenador holandés, con el que Balotelli pareció estar encantado desde su aterrizaje (“tiene el mismo hambre de ganar que Mourinho”), dijo que no era un campeón, algo que matizó: “Dije que ahora no es un campeón, pero que lo será porque creo en el hombre que está viniendo”.

Nada más llegar, Seedorf ya intuía que Balotelli sería una de sus grandes asignaturas pendientes, que tendría que encauzar un carácter tan rebelde como el suyo. “Todos conocemos sus cualidades, yo estoy aquí para sostenerlo y ayudarlo a crecer. He visto su disponibilidad y tengo mucha confianza en él”. Desde que Seedorf se hizo cargo del equipo, Supermario ha marcado cuatro goles en cinco partidos. “Estoy convencido de que Balotelli llegará al Mundial mucho mejor preparado si sigue los consejos de Seedorf”, ha apuntado el seleccionador italiano, Cesare Prandelli.

Puede no aparecer en todo el partido y definirlo en una acción"

Diego Pablo Simeone y sus jugadores también fueron testigos del gol de Balotelli al Bolonia. Lo presenciaron en el hotel de concentración, durante la cena del equipo un día antes de enfrentarse al Valladolid. La mayoría del plantel coincidió con lo que su técnico había advertido días antes en una entrevista a la Gazzetta dello Sport: “Puede resucitar un partido muerto”. “Él solo puede resolver un partido”, se ratificó Simeone un día después. El gol impresionó al plantel rojiblanco por la violencia y la precisión de su pegada desde una posición tan complicada. “No hay que dejarle patear tan fácil como hizo ante el Bolonia porque puede ser un problema, es uno de esos jugadores que no aparecen durante todo el partido pero que en una acción lo pueden definir”, añade el técnico.

En los informes que maneja el cuerpo técnico de la selección española sobre Balotelli, además de resaltar su versatilidad, su capacidad para forcejear con los centrales, o para hilar las transiciones defensa-ataque con su potencia en carrera, se hacía hincapié en su facilidad para armar el disparo con las dos piernas desde cualquier posición. “Hay que tener cuidado y taparle bien todos los espacios”, advierte Miranda.

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Sobre la firma

L. J. M.
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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