Feliciano y el sueño de Mar del Plata
Tras dos años fuera del grupo, el toledano vuelve ante Alemania y en una pista a su medida
La frase se queda aleteando bajo el retrato del emperador Carlos V, que cuelga de las paredes de la impresionante Kaisersaal de Fránkfurt: “Tenemos que usar a nuestro favor que no es la superficie favorita de los alemanes sino la que creen que menos nos favorece a nosotros. Es un síntoma importante... hay que aprovecharlo”.
¿Por qué ese optimismo del cuerpo técnico español, que acude al cruce con Feliciano López, el debutante Roberto Bautista, Fernando Verdasco y David Marrero? ¿Por qué esa reflexión, si con Alemania se alinean tres top-30, Tommy Haas, plata olímpica y exnúmero dos, el competitivo Philippe Kohlschreiber o el incomodísimo Florian Mayer...? ¿Por qué creer en la victoria si la pista es indoor, de picado bajo y velocidad alta, terreno tradicionalmente adverso a los españoles? Pues porque a veces las cosas no son lo que parecen, dicen los visitantes.
“La pista es rápida, pero no es exageradamente rápida. La bola bota poco. Nuestros jugadores se adaptan bien a esas condiciones. No nos va tan mal”, resume Albert Costa, que ganó Roland Garros y ahora es director deportivo de la Federación. “Feliciano está preparado. Se le adapta bien la pista. Si sale convencido, con el esquema claro, puede hacer muchísimo daño. Tiene que meter mucha presión con el resto al contrario. A él le motivan los grandes momentos. Jugar en el torneo de Montreal, en la pista 14, no tanto. La responsabilidad la lleva bien. Le gustan los sitios importantes”.
Así, cuando mañana (14.00, Tdp), Bautista se enfrente a Kohlschreiber, lo hará sabiendo tres cosas: que ni él ni España son favoritos, que el bote bajo de la pelota es una invitación para sus tiros planos y que el alemán, lesionado, no jugó el Abierto de Australia. Cuando Feliciano se cruce con Mayer, soñará con el pasado. Él, que no jugaba con España desde 2011 y que se sintió dolido cuando le pidieron que viajara a Praga para luego no disputar la final de 2012 (“Nadie entiende la decisión”), aún recuerda las dos ocasiones en las que rescató al equipo en una pista como la alemana: en Mar del Plata 2008 (Argentina: tumbó a Del Potro) y en los cuartos de Austin 2011 (EEUU: ganó a Fish).
“El disgusto de la final de 2012 lo acepté, no me ha creado rechazo al equipo o a la competición”, dijo el número 26, que con casi 33 años sigue escribiendo bellas líneas con su saque y su revés cortado. “Mi oportunidad es ahora”.
El programa
Viernes(14.00). P. Kohlschreiber–R. Bautista. A continuación. F. Mayer-F. López..
Sábado (13.00). T. Haas y D. Brands-F. Verdasco y D. Marrero.
Domingo (13.00). P. Kohlschreiber-F. López.. A continuación. F. Mayer-R. Bautista
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