_
_
_
_
_
EUROPEO DE BALONMANO

La final pasa por no atragantarse

La igualdad preside los últimos duelos entre España y Francia, aunque 'les bleus' se han impuesto en los últimos decisivos

Javier Lafuente
El pivote Gedeón Guardiola en acción durante el partido entre España y Macedonia
El pivote Gedeón Guardiola en acción durante el partido entre España y MacedoniaClaus FIsker (EFE)

Ganador de todo con el Barcelona y curtido en alguna que otra derrota, Valero Rivera suele repetir que el peor recuerdo en un banquillo le llegó, para no irse, aquel 8 de agosto de 2012 en Londres. William Accambray agarró, con medio pie dentro de la línea de seis metros, un rebote y marcó el gol número 23 de Francia. Uno más que España. Sin tiempo para la reacción. En el momento en que el balón besó la red, el tiempo se había acabado. Y con él, el sueño olímpico. Les Bleus se volvía a atragantar en el momento decisivo.

La derrota de Londres es la única en los últimos cuatro enfrentamientos entre ambas selecciones. En el Europeo de Austria, en 2010 y en el Mundial de Suecia, un año después, ambos equipos firmaron tablas (24-24 y 28-28). En 2012, en el torneo continental de Serbia, España se impuso (29-26). Todos esos partidos corresponden a las fases de grupos, sin 'nada' más en juego que los puntos para seguir avanzando. Hay que remontarse al Europeo de Croacia en 2000, o a los Juegos de Atlanta, en 1996, para encontrar un precedente victorioso con algo que llevarse al cuello en juego: la medalla de bronce en ambos casos. Para más inri, el año siguiente a ganar su primer Mundial, España se citó con Francia en la final del Europeo de Suiza. No hubo más color que el azul (23-31).

En el vestuario español no han dudado en ceder a les bleus la presión de cara al partido

En el vestuario español no han dudado en ceder a les bleus la presión de cara al partido de este viernes. “Se han mostrado un poquito más sólidos que nosotros”, aseguraba ayer el seleccionador, Manolo Cadenas. “De 50-50 nada, ellos parten como favoritos”, se apresuró a comentar Cañellas tras lograr el pase a las semifinales.

La imagen de Víctor Tomàs y Viran Morros tumbados en el parqué azulón del Basketball Arena de Londres, con la cara tapado el primero, boca arriba con la mirada perdida el defensor, perdura aún hoy en la memoria de los jugadores del Barça, dos de los mejores amigos en el vestuario azulgrana de la gran estrella rival: Nikola Karabatic. “En este partido no hay amigos, lo dejaremos aparcado por un rato. Va a ser un partido duro, intenso”, anticipa el francés.

Ambos equipos llegan al encuentro con estadísticas similares. Otro caso son las sensaciones. Francia, liderada por Karabatic, se ha mostrado tan firme como dubitativa España, que se encomienda a su defensa y a Julen Aginagalde para romper la retaguardia rival. Llegados a este punto, poco importa lo sucedido hasta ahora.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_