A ver balonmano a la recepción
La organización ha estado muy bien, aunque a nivel hotelero, tanto jugadores como espectadores esperábamos algo mejor
Aunque ganamos a Austria el día después ha sido duro. El partido nos dejó malas sensaciones porque no estuvimos bien. Pese a todo, contra Macedonia las cosas van a ser muy diferentes. Estaremos al 200%. Este equipo ha demostrado que sabe competir. Sabemos que no tenemos otra opción que la victoria y lo vamos a conseguir.
En España nos hemos acostumbrado, no solo en el deporte, a la victoria y parece que si no ganas todo es negativo. No es sencillo conseguir la mayor goleada en la historia de una final de un Mundial. Tampoco llegar lejos en las grandes citas. Siempre he dicho que en este deporte, en los últimos años, hay tres equipos por encima del resto: Dinamarca, Francia y Croacia. El resto nos disputamos ese cuarto hueco para luchas por las medallas. España, sin contar este Europeo, que estoy seguro que lo vamos a conseguir, lleva desde 2011 en la pela por las medallas: fuimos bronce en Suecia, quedamos cuartos en Serbia y logramos el oro en Barcelona. En los Juegos, nos cruzamos con Francia en cuartos y caímos con un gol en el último segundo.
En el aspecto más personal, el día a día sigue siendo más de lo mismo en Herning. Muchas veces te acostumbras a este tipo de rutinas por obligación, porque no queda otra. A mí me cuesta cada vez más, sobre todo por el tiempo que paso lejos de mi familia. Ls organización en general ha estado bien, aunque a nivel hotelero, tanto para jugadores como para espectadores, creo que esperábamos mucho más. En Copenhague no hay un pabellón tan grande como el de Herning, para 14.000 espectadores, aunque lo están construyendo. Por eso la fase final se celebra aquí. Y, claro, hay gente que se ha tenido que hospedar incluso fuera de la ciudad. En lo que nos afecta a nosotros, me parece increíble que no podamos ver los partidos de balonmano en la habitación al ser un canal de pago. Tenemos que bajar a un rincón que hay en la recepción si queremos ver el resto de partidos. En el Francia-Croacia estuvimos apelotonados los macedonios, los daneses, los húngaros, nosotros...
En cualquier caso, el ambiente en el pabellón sigue siendo muy bueno. Nos quedó claro al final del partido contra Austria que somos el equipo menos querido. Me parece normal, si Dinamarca nos hubiese ganado en la final del Mundial y luego se hubiese ganado en España, el ambiente sería normal. Por cierto, el partido del sábado lo vieron dos millones de personas, en un país de cinco. Un 75% de share en televisión. En España, la media me han dicho que fue de 650.000 espectadores. No está mal para ser un sábado por la noche, con fútbol. Pero aún nos queda camino por recorrer.
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