Tomic, una vida de polémicas

En 2011, se convirtió en el tenista más joven en llegar a cuartos de Wimbledon en los últimos 25 años: con 18 primaveras, eso es lo que se esperaba de Bernard Tomic, el rival australiano de Rafael Nadal en primera ronda del Abierto de Australia 2014, porque el chico había llegado al número uno del mundo junior y su talento es tan evidente como que el agua moja. Hoy, es el número 57. ‘Solo’ ha celebrado un torneo, pese a su tacto envidiable. En cuanto sale de Australia, donde acaba de perder la final de Sidney contra Juan Martín del Potro, Tomic languidece sin remedio. Es un joven de 21 años lastrado por su vida fuera de la pista. Vive de polémica en polémica y de problema en problema. Así ha sido la vida del talentoso contrario del mallorquín, de origen croata.

Acusaciones de dejarse ganar. “¿Tienes algún problema? ¿Para quién trabajas? Me acordaré de ti”. Así respondió Tomic al periodista que le preguntó en el Abierto de EE UU 2012 por lo que pensaba de que John McEnroe hubiera dicho que se había entregado voluntariamente a Andy Roddick. El estadounidense solo perdió cinco puntos en el último set de su victoria por 6-3, 6-4 y 6-0. “Solo he jugado al 85%”, reconoció el australiano tras otra derrota en Shanghái. Así lo explicó el domingo en Melbourne: “A veces uso esto como un arma. Me desentiendo durante unos juegos e intento convertirlo en una ventaja más adelante [por estar más descansado]”.

Un padre de armas tomar. La ATP prohibió la entrada de John Tomic, padre del tenista, a sus torneos después de que le rompiera la nariz en Madrid a Thomas Drouet, el sparring de su hijo. No fue ni el primer ni el último capítulo polémico que le tuvo como protagonista. Siempre hablador en la grada (el tenista llegó a pedirle en 2012 al juez de silla que le expulsara de un partido), Drouet reveló que, según su versión, somete a constantes insultos a Bernard, al que habría llegado a disparar con una escopeta de aire comprimido. Drouet, en una serie de artículos en la prensa australiana a modo de diario, describió a un Tomic sometido al terror de su padre y que a su vez aterrorizaba a sus subordinados: insultos, humillaciones, castigos como volver a casa corriendo… “La presión es constante”, escribió el sparring francés.

“Miedo” a la policía. Tomic tiene dos coches de lujo: un Ferrari y un BMW. Con ambos ha tenido problemas por exceso de velocidad que le han llevado a perder el carnet. En una ocasión, se saltó el control policial, aceleró hasta su casa y se encerró bajo llave. “Este policía está obsesionado conmigo, me persigue. Tiene celos”, dijo de un agente, al que no quiso señalar “por miedo”. “No hago nada malo”.

Los cumpleaños. En el día de su 20 cumpleaños, la policía acudió a un aviso porque Tomic estaba teniendo más que palabras con alguien, según la prensa australiana. Lo que está muy claro es lo que pasó en su 21 cumpleaños, porque hay decenas de fotos: en una discoteca, Tomic se quitó la camiseta, subió al escenario y permitió que dos fans bailaran sobre él como si se tratara de una despedida de soltero.