Gana Sunderland, Barreda defiende el liderato

Sabía que solo un imposible le llevaría a volver a ganar la etapa. Joan Barreda tenía que abrir pista y esta, segunda etapa del Dakar, ya sí incorporaba bastante navegación. Tras él saldrían los dos favoritos, dominadores de la prueba en los últimos años, Coma y Despres, pero ninguno de ellos tuvo el día. La jornada encumbró al británico Sam Sunderland, otro de los pilotos reclutados por Honda para este proyecto con el que la fábrica japonesa HRC pretende recuperar el esplendor de años pasados: un chico de solo 24 años que se estrena en la prueba y logra así su primera victoria de etapa. Segundo fue el chileno Chaleco López (a 39 segundos; KTM) y tercero el de Castellón, que gracias a su primera victoria y a que solo perdió dos minutos respecto al ganador, mantiene el liderato de la clasificación.

La sorpresa fue ver caer en la clasificación de la etapa a Coma (KTM) y Despres (Yamaha), que perdieron más de ocho minutos respecto al primero, y siete en la general (8’23m en el caso de Deespres) respecto a Barreda, que amenaza su reinado. Los ganadores de las últimas ocho ediciones (cinco ganó el francés, tres el español) cayeron en la especial más rápida del rally, según alertaba con antelación la dirección de la carrera, esa que se corría este lunes entre San Luis y San Rafael, todavía en tierras argentinas, y que acercaba a los pilotos a las primeras dunas de este Dakar. Los últimos 100 kilómetros –de una especial esta vez bastante más larga: 359 kilómetros para las motos, 433 para los coches- deparaban un tramo en el que los pilotos se adentrarían en las ya famosas dunas de Nihuil, las de arena con colores grisáceos, unas dunas diferentes a las que están acostumbrados, con bastante más vegetación que dificulta el trayecto, y mucho público alterando la tranquilidad del paisaje, puesto que la zona es de fácil acceso.

Aquello, el gentío, fue lo que empezó complicándole la etapa a Barreda. Estaban por todas partes. Y mal colocados. Era muy complicado dar con el camino correcto, pero él lo hizo. Los pocos minutos que perdió de más se los debe a la fauna del lugar. “¡Me ha atropellado una vaca!”, reía al llegar al vivac. Ni uno, ni otro sufren heridas de gravedad. A Coma la etapa se la complicó una pequeña piedra, que se coló dentro de su caja de cambios. “Notaba que las marchas bajaban, pero no subían”, explicaba. Luego rodó unos 100 kilómetros sin agua. Y aunque lamentaba haber sufrido un contratiempo que le alejaba de la cabeza de la general, sabe también que esto solo acaba de empezar. También lo sabe Cyril, que terminó el día dolorido a consecuencia de una caída. “No hay nada roto y la moto no ha sufrido demasiados daños, pero hoy no tiene ganas de hablar”, informaron en su equipo. Él estaba encerrado en su caravana.

En coches la etapa, como era lógico, favoreció a los que salían algo más retrasados, casos de Peterhansel (partía sexto) y de Sainz (quinto), que terminaron primero y segundo, respectivamente con 46 segundos de diferencia. Y, lo más positivo para ellos, escalaron en la general merced a los más de siete minutos que les sacaron de ventaja a Roma y Al Attiyah, ahora a cuatro minutos de la cabeza, donde Peterhansel es el nuevo líder.