Tunda sin brillo del Barça al Efes

El Barcelona se tomó con toda la solemnidad del mundo la primera jornada del Top 16, como un partido que debía ganar obligatoriamente. Por varios motivos. Todavía escuece en el Palau Blaugrana la derrota y sobre todo la superioridad mostrada por el Real Madrid en el clásico que despidió 2013. Se barruntan también las dificultades que entraña esta segunda fase de la competición europea, de la que se despedirán la mitad de los ocho equipos que conforman cada grupo. Y el Barcelona, además, mira un calendario en el que le esperan dos desplazamientos seguidos ante dos de los mejores de la competición, el Fenerbahçe y el Olympiacos. Tal vez por todo eso y porque enfrente tuvo a un Efes menor, el Barcelona salió como una centella y con un juego rápido, directo y espectacular abrió una brecha de 30 puntos (48-18) en 17 minutos.

Con el viento a favor y ahuyentada la posibilidad de cualquier susto o accidente inesperado, el Barcelona, se destensó y enfrió a una afición que continúa con la mosca tras la oreja. De manera incomprensible, el Barcelona empezó a perder chispa en la circulación del balón, cuando no directamente a perderlo. Y cedió varias canastas fáciles, incluido un triple de Planinic antes del final del tercer cuarto. Le permitió recorrer toda la pista, a pesar de que todavía podía cometer una falta sin ser castigada con tiros libres.

El Efes, sin ningún alarde, aprovechó el bajonazo del Barcelona para clavar un parcial de 0-9 antes del descanso. Y a renglón seguido, el equipo azulgrana estuvo cuatro minutos y medio más sin anotar, hasta que Navarro no clavó un triple. El equipo turco limó la diferencia a 14 puntos, 65-51. No hubo más, porque Navarro y Dorsey propulsaron a su equipo, y porque el Efes tampoco daba para mucho más. Acuso las bajas de sus dos mejores jugadores, los americanos Jamon Gordon, lesionado, y Scotty Hopson, que había retrasado su regreso de Estados Unidos donde estaba por motivos personales. El griego Vasileiadis, exjugador del Bilbao, reapareció después de una lesión, y el montenegrino Milko Bjelica, jugó recién llegado tras su prematuro final de etapa en el Baskonia. Por todo ello, la irregularidad, los cortocircuitos y la desorientación en varias fases del Barcelona fueron, si cabe, más graves y decepcionantes para sus seguidores.