Ante la rutina, arrebato

A Cataluña le alcanzó con un arrebato futbolístico de tres minutos, un abrir y cerrar de ojos, para golear a Cabo Verde. Tres tantos cayeron de forma consecutiva, del minuto 16 al 19, en medio del 17m14s, un momento significativo en que una parte de la afición acostumbra a reclamar la independencia en cada partido del Camp Nou y ayer tarde en el estadio olímpico de Montjuïc.

Los goles en cadena sonaron como un trueno en un encuentro muy dulce dentro de una jornada lúdica. Aunque mantuvo la carga simbólica de costumbre, el partido navideño que anualmente organiza la Federación Catalana ha perdido fuerza y poder de convocatoria, ya sea por la inercia o la rutina: anoche se contaron 20.700 militantes en un estadio habilitado para 30.000 espectadores cuando habitualmente caben más de 50.000.

Incluso un habitual como el presidente de la Generalitat, Artur Mas, delegó en la vicepresidenta Joana Ortega: “Lo importante es el calor que transmite la gente que ha venido. Tenemos una selección muy competitiva y un país en el que juegan los mejores futbolistas”, subrayó Ortega, acompañada de dos consejeros de la Generalitat. “Era el mínimo de gente que esperaba. No era el mejor día, por ser laborable, pero no puedo pedir nada más. Hemos ganado el día de mi debut como seleccionador”, opinó Gerard López.

El técnico apostó de salida por un dibujo y un despliegue muy ofensivos, la mejor manera para activar el partido. A partir de un 3-4-3, Cataluña jugó con riesgo y atrevimiento, muy puesta y tensa, capaz de remontar en un santiamén el gol inicial de Cabo Verde. Muy cómodo y profundo, el equipo que por última vez dirigía Antunes alcanzó las bandas y la portería de Casilla hasta dejar un gol de Djaniny. La reacción catalana fue instantánea y rotunda. Excelentes en la presión y la recuperación de la pelota, los muchachos de Gerard López embocaron cuantas ocasiones generaron: tres de forma consecutiva. La agresividad y puntería de Sergio García, autor de dos tantos, fue tan importante como los movimientos de Bojan, igualmente goleador. El delantero del Espanyol fue sin duda el futbolista del encuentro y su protagonismo todavía hubiera sido mayor si el árbitro no le hubiera anulado por falta previa un gol que metió desde el medio campo (m.34).

Nada tuvo que decir Cabo Verde, un equipo integrado básicamente por futbolistas que juegan en Portugal, de juego ingenuo, aturdido y perdido durante un buen rato, incapaz de responder a la afrenta ofensiva de Cataluña, vertical y directa cuando enfocaba el marco.

Una vez resuelta sin pestañear, la contienda se tranquilizó de forma extrema. Gerard López cambió el equipo entero en el descanso y afrontó la segunda parte con un sistema ya más convencional, con cuatro defensas. Cataluña tuvo el control del juego y anotó un cuarto gol para redondear la noche: Oriol Riera, uno de los siete debutantes, enganchó un centro de Tello y puso el 4-1. No replicó Cabo Verde, contrariada porque el árbitro les negó un posible penalti por manos del central Piqué.

A falta de competitividad, la grada se entretuvo con los goles y las banderas, muchas independentistas, en un día tranquilo y serena. El seny del juego mezcló bien con un momento de rauxa en que cayeron los goles.