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España se pierde contra Hungría

Una mala primera parte en defensa y multitud de imprecisiones condenan a la selección (28-21), eliminada en octavos de final

Javier Lafuente
Las jugadoras españolas se lamentan tras el partido.
Las jugadoras españolas se lamentan tras el partido. GEORGI LICOVSKI (EFE)

La mejor generación de jugadoras del balonmano español, esa que a base de lucha se ha labrado los mayores éxitos en los últimos años; la que consiguió situar los focos sobre ellas, se perdió ayer en el camino que llevaba a los cuartos de final del Mundial. Hungría era el rival a batir, pero España se condenó en una mala primera parte en defensa y un nulo partido en ataque. Ni siquiera esta vez el orgullo, el ADN de este grupo guerrero, fue suficiente.

Sabían las jugadoras españolas que la clave estaría en la defensa. En su defensa. Y esta falló. No hubo rastro del poderoso 6:0 que tan buenos resultados ha dado. Solo en el arranque del encuentro se mantuvo en pie el muro español. Ni la pareja de Begoña Fernández y Patricia Elorza ni las ayudas de Marta Mangué y Shandy Cabral, nadie, consiguieron frenar el lanzamiento exterior húngaro. Los 22 goles de Noruega, la gran favorita, en el debut eran la mejor carta de presentación de la defensa española. La media de tantos recibidos por las de Dueñas apenas era de 18,2. Hungría perforó 17 veces la portería de Navarro solo en la primera parte. Así no había manera.

HUNGRÍA, 28; ESPAÑA, 21

Hungría: Kiss; Bognar-Bodi (4), Bulath (-), Szekeres (-), Tomori (2), Szucsanszki (2) y Verten (3) -equipo inicial- Herr (ps), Zacsik (5), Triscsuk (1), Kovacsics (-), Görbicz (6, 4p), Szamoransky (1), Redei-Soos (3), Cifra (-) y Kovacsicz (1)

España: Silvia Navarro; Marta López (7), Mangué (1), Aguilar (4), Barbosa (4, 2p), Eli Pinedo (-) y Begoña Fernández (3) -equipo inicial- Beatriz Fernández (-), Chávez (-), Pena (2) y Elorza (-)

Marcador cada cinco minutos: 2-3, 5-7, 9-8, 12-9, 14-10 y 17-12 (Descanso); 19-16, 19-17, 21-18, 23-20, 24-20 y 28-21 (Final)

Árbitros: Birch y Stenrand (DEN). Excluyeron por dos minutos a Triscsuk y Tomori por Hungría; y a Begoña Fernández y Mangué por España.

1.500 espectadoras en el Spens Arena de Novi Sad.

Con los pilares tambaleándose, en ataque las innumerables pérdidas —hasta 17; por 9 de Hungría— terminaron por sellar el billete de vuelta para las jugadoras españolas. Las dos bazas ofensivas estuvieron desaparecidas. Se esperaba la mejor versión de Marta Mangué, imprescindible en partidos de alcurnia como este. La canaria anduvo irreconocible, fallona como pocas veces se la recuerda. Tampoco Shandy Cabral estuvo a la altura, después del brillante partido ante Angola. Arrancó enérgica, pero resultó que se trataba solo de impulsos. La constancia brillaba por su ausencia. Incluso Begoña Fernández, que solo había fallado un lanzamiento en todo el torneo, firmó tres goles de siete intentos. Fue la despedida más trágica para la capitana. Apenas Marta López, la más joven entre las indiscutibles, con siete tantos, mantuvo conectado al respiradero a un equipo que empezó a agonizar demasiado pronto.

España tiró de orgullo en el segundo acto, ese con el que tantas veces ha tapado sus carencias. Volvió a construir el muro defensivo que había arrasado el vendaval español. Silvia Navarro apareció para tapiar la portería. Y Macarena Aguilar demostró por qué es la brújula de este equipo, una maga en el desmarque sin balón y la lectura de espacios. España vislumbró la remontada. Dejó sin marcar a Hungría diez minutos. Se situó a dos goles (19-17), pero no supo aprovechar tres ocasiones para desbloquear el marcador. Ni la rabia ni el coraje resultaron suficientes para ganar el partido. Sí serán necesarios para venirse arriba y volver a la senda del éxito. Y de eso andan sobradas.

Macarena Aguilar trata de irse de la húngara Szekeres
Macarena Aguilar trata de irse de la húngara SzekeresG. LICOVSKI (EFE)

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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