Sergio García halla un poco de paz
El castellonense conquista en Tailandia su primer título de un año en que se enfrentó en varias ocasiones a Tiger Woods
En un par de meses, el golf masculino español ha recuperado el latido. Tieso hasta octubre, desde entonces ha sumado tres victorias en la gira asiática: Gonzalo Fernández-Castaño en Shanghái, Miguel Ángel Jiménez en Hong Kong y, ayer, Sergio García en Tailandia. Y al triplete pueden añadirse los 59 golpes de Jorge Campillo en la segunda ronda del torneo Nelson Mandela, en Sudáfrica, récord en el circuito europeo (aunque no homolado debido a la regla de invierno, la posibilidad de colocar bola si cae en un charco).
Un beso para celebrar la primera victoria del año de Sergio García. El del castellonense a su novia, la golfista alemana amateur Kathy Boehm, que en Tailandia le ha hecho de caddie. Por fin un poco de paz para El Niño después de una temporada muy movida, agitada continuamente por su pelea con el número uno Tiger Woods.
Una relación ya de por sí fría comenzó a romperse cuando en el Masters de Augusta García criticó a pecho descubierto (cosa que otros no se atrevieron) a Tiger por que no se retirara después de un dropaje ilegal. “Esto no es fútbol, que es un deporte de mentirosos y tramposos. El golf ha de ser otra cosa”, lanzó García en contra del estadounidense. El siguiente capítulo en The Players, considerado el quinto grande, cuando el español se quejó de que Woods le molestara al cambiar un palo de la bolsa cuando él iba a golpear. Tiger le llamó quejica y García explotó: “Tiger me llamó llorón. Eso es cierto, pero también lo es que probablemente esa es la única verdad que os ha dicho [a la prensa] en 15 años. Yo sé cómo es él y vosotros lo estáis descubriendo... Él no supone nada en mi vida. Me ganará muchas veces, pero no va a pasar por encima de mí. No le tengo miedo. No nos caemos bien y mejor que no juguemos juntos”.
Y la guerra explotó con un comentario considerado racista de García hacia Tiger. “Le invitaré a comer pollo frito”, bromeó el español en referencia a Woods, una expresión xenófoba en Estados Unidos. La bola se hizo tan grande que García le pidió perdón a través de su agente y con una nota de disculpa colocada en la taquilla de Tiger.
La clasificación
1. Sergio García (ESP) 266 (68+65+65+68)(-22)
2. Henrik Stenson (SUE) 270 (70+67+65+68)
3. Alexander Levy (FRA) 274 (70+65+70+69)
4. Charl Schwartzel (RSA) 275 (68+73+67+67)
Yuki Kono (JPN) 275 (72+69+65+69)
Justin Rose (ING) 275 (65+68+70+72)
Anirban Lahiri (IND) 275 (71+64+67+73
Entre tanto ruido, García se había olvidado de ganar. A los 33 años, comenzó el curso opositando de nuevo en los grandes. Su mejor papel lo cumplió con un octavo puesto en el Masters de Augusta. Merodeó los primeros puestos pero acabó descabalgado y, aunque firmó su 18º top ten en los grandes, más que ningún golfista en activo, acabó lamentándose por su supuesta mala suerte. “Mi juego merecía algo mejor”, resumió.
La prueba de verdad llegó en el Open Británico. El Niño volvía a Muirfield, el campo donde 15 años antes había ganado el British Amateur y había despegado su carrera. “Sergio, ¿puede ser tu año?”, se preguntaba el mismo Open. Pero no lo fue, sino que acabó de mal humor, 21º y plantando a los periodistas para coger un avión privado de vuelta a casa.
Hasta Tailandia. Pasional como es, Sergio acostumbra a decir lo que piensa y a plasmar en el campo su estado de ánimo. Como en estos últimos días, acompañado de su pareja para lograr su 23ª victoria profesional, con cuatro golpes de ventaja sobre Henrik Stenson. Y para celebrarlo, un beso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.