Bankia pone el Valencia a la venta
La entidad financiera exige vender el club mientras Salvo, en la junta de accionistas, pedía al posible comprador que liquidara la deuda de 250 millones
El Valencia está en venta. Así lo ha reconocido el presidente del club, Amadeo Salvo, en la junta de accionistas, aunque puso una serie de condiciones. "Venta, sí", dijo, "por 250 millones que sirvan para limpiar la deuda del club, que el comprador deje a los gestores de ahora y que si se va, permita una acción de recompra". Además, exigió Salvo, que el nuevo dueño se comprometa a construir un gran equipo. "La venta del Valencia se decidirá aquí; no la decidirá ni Bankia ni la Generalitat". El presidente se refería a la presencia del Consell como avalista de una deuda de la Fundación del Valencia, principal accionista del club, de 80 millones con Bankia. Y de la propia entidad bancaria, principal acreedor de la entidad de Mestalla (230 millones). En este triángulo angustioso entre el Valencia, el Consell y Bankia, no se encuentra una salida financiera y de ahí la necesidad de vender el club. "Hace falta inversión para conseguir una solución global", ha comunicado esta tarde Bankia mientras se celebraba la junta. "La alternativa más viable es la búsqueda de inversores que permitan garantizar un buen proyecto deportivo, social y económico", añade la entidad financiera, como si le enmendara la plana al presidente. La pregunta ahora es quién tiene la potestad para vender o no el club: el Valencia o su principal acreedor.
La deuda del Valencia es de 354 millones. La sociedad presume de haberla reducido en 196 millones respecto a junio de 2009, momento en asumió la presidencia el exdirigente Manuel Llorente. El club cerró la pasada campaña con un superávit de 8,8 millones. Y Llorente cobró 339.567 euros. El sustituto de este desde junio pasado, Amadeo Salvo, ha presentado un presupuesto de 87 millones. El declive del Valencia comenzó al final de 2004, recién proclamado campeón de la Supercopa de Europa al vencer al Oporto de Mourinho en Mónaco, cuando el promotor Juan Soler asumió la presidencia, auspiciado por el expresidente del Consell Francisco Camps. En cuatro años, Soler multiplicó la deuda hasta alcanzar los 550 millones.
El Valencia ha conseguido reducirla por dos conceptos básicos: la venta de jugadores por valor de 177 millones (Silva, Mata, Villa, Jordi Alba, Isco, Soldado...) y una ampliación de capital de 92 millones. En esta operación, los simpatizantes compraron títulos por 18 millones y el resto, 74, procede de un préstamo a la Fundación de Bancaja, actual Bankia, avalado por la Generalitat valenciana, por el que la Fundación pasó a ser la máxima accionista de la entidad. La Fundación está presidida por el catedrático de Economía y socialista Aurelio Martínez, que pretende dimitir antes de que se venda la entidad.
El nuevo dueño deberá construir un gran equipo Amadeo Salvo
El Valencia le debe a Bankia 230 millones. El segundo acreedor es el Banco de Valencia, actual CaixaBank, con 25,6 millones adeudados. A Bertolín, la empresa de construcción, le adeuda 15. La entidad, que paga 12 millones anuales de intereses, lleva gastados 164 millones en un nuevo estadio a medio construir y parado desde febrero de 2009 por falta de financiación. Se requerirían otros 90 millones para terminarlo. "Estamos en conversaciones con operadores para acabar el estadio", ha afirmado Salvo.
Entre los ingresos del presente ejercicio, el Valencia se queda sin los 20 millones proporcionados en anteriores cursos por la Liga de Campeones. En verano pasado, Salvo vendió jugadores por valor de 42,2 millones (Soldado, 30; y Tino Costa, 6,5, entre otros) y compró por 7,3 (3,7 por el 50% de Pabón, 3,2 por Hélder Postiga y 0,4 por Míchel). Por los derechos de televisión, el club cobra unos 48 millones por temporada, aunque la mayor preocupación viene de los ingresos procedentes de los socios, que han descendido en un 50% en las últimas temporadas, consecuencia de la devaluación deportiva del equipo. Salvo también expresó su disgusto con los entre 14 y 15 millones anuales ingresados por publicidad y patrocinios. Le parece muy poco. "No podemos ocupar el puesto 25 de Europa en este apartado", se quejó. "Estamos trabajando con más de 22 multinacionales en un proyecto global", añadió. El presidente insistió en invertir más dinero en el proyecto deportivo: "Un departamento de ojeadores de alto nivel que se anticipe a peinar el mercados de jóvenes talentos; un área de salud y una psicológica", concluyó. Todo eso a la espera de que aparezca un comprador dispuesto a cumplir las exigencias de Salvo.
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