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Alemania contra Cristiano

El Grupo G reúne al artístico bloque de Löw frente a la estrella portuguesa, la solidez de Ghana y el dilema generacional de Estados Unidos con Klinsmann al frente

Faustino Sáez
Özil controla un balón en el partido ante Irlanda.
Özil controla un balón en el partido ante Irlanda.CORDON PRESS

Alemania, Portugal, Ghana y Estados Unidos integran el Grupo G del Mundial. El artístico bloque de Löw frente al hercúleo Cristiano; la solidez de Ghana frente al dilema generacional de Estados Unidos; Klinsmann ante su Alemania; los Boateng frente a frente. Las condiciones climáticas de las sedes Salvador, Fortaleza y Recife, con altas temperaturas y mucha humedad son, de partida, la primera preocupación para los cuatro seleccionadores. "Tendremos que acostumbrarnos a la dureza del clima entrenando para ello", apuntó Löw nada más concluir el sorteo. "No es que hayamos tenido mucha suerte pero tampoco estamos en el grupo más fuerte, es accesible", señaló el ex-internacional alemán Mehmet Scholl en un primer análisis.

Alemania hizo una clasificación casi perfecta rumbo a Brasil. El cuadro de Joachim Löw arrasó en el grupo C de la zona europea, con nueve victorias y un empate en 10 partidos, sumando 36 goles a favor y 10 en contra. Solo Suecia fue capaz de robarle dos puntos, en un vibrante intercambio de golpes que terminó con empate a cuatro goles en terreno alemán. Con 22 tantos más que España, la selección alemana ha sido el equipo más prolífico en su camino al Mundial, pero su abrumador despliegue ofensivo contrasta con cierta endeblez a la hora de proteger la portería de Neuer reflejada en los goles encajados, siete más que La Roja (Suecia le marcó siete de los 10 goles encajados).

Subcampeón en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008 y semifinalista en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la Eurocopa de Ucrania y Polonia 2012, Alemania confía en que su camada de talentos alcance en Brasil la madurez que permita amalgamar su mezcla de juego artístico y fortaleza física. Una firme propuesta que sitúa a los de Löw en todas las quinielas de favoritos para lograr un título que jamás alcanzó un equipo europeo en territorio americano. El técnico, en el organigrama de la federación alemana desde 2004 -en origen como segundo de Jürgen Klinsmann y después, tras el Mundial de 2006, como seleccionador-, confía en una sólida estructura que mantendrá hasta el final la incógnita de Khedira en el mediocentro. El pivote del Madrid estará seis meses de baja por una rotura de los ligamentos cruzado anterior y colateral medial de la rodilla derecha sufrida en un amistoso ante Italia a mediados de noviembre. Schweinsteiger y Kroos se perfilan como la pareja encargada de sostener una línea medular al servicio de Özil, timón, compás y piedra filosofal del esquema alemán con el 4-2-3-1 como plan base.

Además del fantasista del Arsenal, los dos bloques de referencia y suministro para Löw en su búsqueda de la cuarta Copa del Mundo para Alemania (tras las de 1954, 1974 y 1990) son el Bayern de Múnich de Pep Guardiola y el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp, los finalistas de la última edición de la Liga de Campeones. El lunes 16 de junio a las 18.00 en el estadio de Fonte Nova de salvador arrancará el trayecto mundialista frente a Portugal.

Cristiano marca uno de sus tres goles ante Suecia
Cristiano marca uno de sus tres goles ante SueciaCORDON PRESS

Cristiano ante un reto mundial

Con la repesca como espejo. Con Cristiano como principio y fin de todas sus maniobras, Portugal llega a Brasil impulsada por su icono. La exhibición del delantero del Real Madrid ante la Suecia de Ibrahimovic (2-3), con un memorable triplete en 29 minutos, valió a los de Paulo Bento el billete mundialista. Su irregularidad en las fases clasificatorias pasa factura a la selección portuguesa que en las últimas citas importantes siempre ha tenido que echar mano de la repesca para colarse en la élite, pero con Cristiano en plena madurez sus aspiraciones crecen de forma exponencial.

Pepe y Bruno Alves arman el dique de contención en defensa, el tridente Meireles, Veloso y Moutinho marcan la pauta en el centro del campo y Nani estira la cuerda por la banda. En la pizarra de Paulo Bento todas las flechas llevan a Cristiano. Del acierto de su estrella dependerá que los portugueses superen el listón de la Eurocopa de 2012 donde cayeron en semifinales y por penaltis ante España.

Ghana, solidez para rememorar la gesta de 2010

Ghana dominó con solvencia su grupo de clasificación ante equipos como Sudán o Zambia y en el playoff mundialista de la zona africana tumbó a Egipto de forma contundente. Con una histórica goleada (6-1) en la ida, la más amplia de la historia de esta ronda previa de la Copa del Mundo, convirtió en un trámite el choque de vuelta (2-1, en El Cairo). Kwasi Appiah, que se hizo cargo de la selección absoluta en abril de 2012 tras dirigir a las categorías inferiores, ha armado un conjunto sólido en torno a las estrellas europeas. Y basado en el irrenunciable orden táctico que marcan los tres mediocentros: Muntari, Essien y Kwadwo Asamoah. Kevin Prince-Boateng, en su vuelta al grupo tras su renuncia, apuntala el frente de ataque junto a Gyan.

En su horizonte particular estará igualar la epopeya del Mundial de Sudáfrica de 2010 cuando alcanzaron los cuartos de final. Allí sucumbieron ante Uruguay en una conmovedora tanda de penaltis que quedó en la enciclopedia mundialista. Sebastián Abreu con un lanzamiento a lo Panenka dio el tiro de gracia a Ghana en el estadio Soccer City impidiendo que una selección africana accediera por primera vez a unas semifinales de la Copa del Mundo.

Klinsmann, al frente de una mezcla de veteranos y noveles

El conjunto de Jürgen Klinsmann acabó primero en el Hexagonal de la CONCACAF donde ganó siete de los 10 partidos, incluido su prestigioso triunfo 2-0 en Ohio contra su eterno rival, México. Estados Unidos estuvo 40 años sin participar en un Mundial, pero desde 1990 no falta a una cita. La de Brasil 2014 es su séptima participación consecutiva. Con una equilibrada mezcla de veteranos y noveles, llega al Mundial con el objetivo de igualar, al menos, el pase a octavos de final conseguido en la cita de 2010.

A sus 31 años, Landon Donovan seguirá siendo la referencia sobre el césped y el líder en la caseta como garante del relevo generacional que está ya en marcha. Mediapunta o delantero, con capacidad de sacrificio y gol, él agitará el frente de ataque junto a Dempsey con la vista puesta en Altidore que será el nueve de referencia. La experiencia de Klinsmann, campeón del mundo en Italia 1990, de la Eurocopa 1996 y presente en tres Mundiales y otras tantas Eurocopas, será la otra baza estadounidense para intentar dar la sorpresa.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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