Nueva York, dos equipos de lujo y dos decepciones mayúsculas

Los dos equipos de Nueva York van por el mal camino cogidos de la mano: suman siete derrotas cada uno y están defraudando las expectativas creadas en torno a ellos. Ni los Knicks, que volvieron a tropezar en Detroit (92-86), ni los Nets, están siendo capaces de enderezar el rumbo durante un inicio de campaña en el que ya han consumido 10 partidos y solo han obtenido tres victorias cada uno. Un bagaje paupérrimo para los dos equipos con mayor masa salarial esta temporada en la NBA. Los Nets pagan a sus jugadores un total de 101,2 millones de dólares esta temporada, unos 74,6 millones de euros. Los Knicks les siguen en la lista de los que más pagan, con 86,8 millones de dólares, unos 63,8 millones de euros, por delante de Miami, Chicago y Lakers.

En Brooklyn, donde se ficharon a jugadores veteranos con mucho cartel como Pierce, Garnett, Terry o Kirilenko, y se contrató a un entrenador tan inexperto como mediático como es Jason Kidd. Recién retirado como jugador a los 40 años y sin ninguna experiencia como técnico, Kidd empieza ya a ser cuestionado. Los jugadores mantuvieron una reunión el lunes y las especulaciones se dispararon. El propio Kidd asumió todas las culpas tras la última derrota ante Portland. “La culpa es de todos nosotros”, mantiene Garnett. “No es solo de Jason. No se puede echar toda la porquería sobre él”.

Las numerosas lesiones que sufre el equipo no sirven de excusa. Sin embargo, los jugadores mantienen la esperanza de que, una vez se recuperen los lesionados, el panorama cambie de manera radical. El calendario no acompaña a los de Brooklyn. Afrontan fuera de casa cinco de sus siete próximos partidos. Contra Portland, Kidd no pudo contar con tres jugadores muy importantes en su plantilla: Deron Williams, Brook Lopez y Kirilenko. “Como competidores, estamos rabiosos”, resume Pierce. “A nadie le gusta perder. Debemos revertir la situación. Somos el equipo que más ha tenido que variar el quinteto inicial. Cuando logremos estabilizarnos y nos podamos compenetrar mejor, la situación debe cambiar radicalmente”, asegura el exjugador de los Celtics.

La situación de los Knicks es muy parecida a las de sus vecinos. En Detroit, Stuckey, Monroe y Josh Smith fueron sus verdugos. Sucumbieron a pesar de los 18 puntos de JR Smith y los 25 que anotó Carmelo Anthony. Ni siquiera la figura de los Knicks se ha librado esta temporada de las muestras de desaprobación de sus propios aficionados en algunos de los partidos disputados en el Madison Square Garden.

Mike Woodson, el entrenador, ha llegado a manifestar que a él no le pagan por enseñarles a sus jugadores la determinación y el deseo de ganar con el que deben afrontar los partidos. El equipo ha acusado especialmente la baja de Tyson Chandler, a la que se han unido las de World Peace y, contra Detroit, también la de su base titular Raymond Felton.

Los Timberwolves dieron un paso atrás en la excelente trayectoria que mantenían y perdieron en Washington (104-100), ante un rival mucho peor clasificado. “Nuestro juego de transición ha sido muy pobre”, dijo Kevin Love. Los Wizards obtuvieron 33 puntos de contraataque, por solo 9 de los Wolves. El equipo de Adelman salió muy fuerte y llegó a dominar por 16 puntos, pero se desplomó en una segunda parte en la que solo encajó un parcial de 53-37.

Ricky Rubio cometió tres faltas en apenas siete minutos y medio y solo estuvo en la cancha durante 19 minutos durante los que sumó 10 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 3 pérdidas de balón. Kevin Love fue el que sacó mejores números, con 25 puntos y 11 rebotes, aunque falló 8 de sus últimos 11 lanzamientos a canasta. Todavía menos fino estuvo Kevin Martin, que sumó 11 puntos, con una serie de solo 4 canastas en 17 lanzamientos.

Los más destacados por parte de los Wizards fueron Beal, con 25 puntos, Nene, con 20, y John Wall, con 14 puntos y su récord personal de asistencias: 16. Fue la tercera victoria de los Wizards, a pesar de las bajas de Ariza, Harrington, Porter y Singleton.