El impecable soldado Grosjean
La carrera de Japón desveló dos secretos que se estaban anunciando a voces. El primero, que Sebastian Vettel será campeón del mundo, probablemente, en la próxima carrera, la de India. El segundo, que por detrás está surgiendo toda una generación de nuevos pilotos que encabeza ya sin discusión Romain Grosjean. Da lo mismo que acabara segundo o tercero. La verdad es que en Suzuka fue quien más quebraderos de cabeza llevó al tricampeón alemán y que hizo exactamente todo lo que debía para estar en el podio.
La progresión de Grosjean es incuestionable. A lo largo de toda la temporada ha estado impecable. Ya no es aquel piloto alocado, capaz de intentar adelantamientos imposibles o de ver huecos inexistentes donde meterse. Ya difícilmente le veremos de nuevo volando por encima de la cabeza de Fernando Alonso, tal como le ocurrió el año pasado, hasta estrellarse y verse obligado a abandonar una y otra vez. Ahora, a sus 27 años, el piloto francés se ha serenado y apura todas sus opciones, sin sobrepasar los límites que le marcan su coche, su equipo y su capacidad de pilotaje.
Alan Permane, jefe de ingenieros de Lotus y buen amigo de mi etapa en la Fórmula 1, me comentó recientemente que Romain se estaba convirtiendo en un gran piloto. “Su sensibilidad con el coche, su forma de trabajar, la rigurosidad con que cumple las órdenes del equipo, lo mucho que ha crecido en poco tiempo, le permiten competir con cualquiera”, me dijo Permane.
El francés se ha serenado y encabeza sin discusión la nueva generación de pilotos que está surgiendo
Grosjean es un soldado que obedece órdenes y va ganando galones en cada carrera. Ha estado compitiendo toda la temporada contra un campeón mundial como Kimi Raikkonen. Pero ahora es él quien mejor se clasifica, quien más rendimiento saca del coche, quien ofrece más confianza, y, en Japón, quien más puntos ha dado a su equipo. Es sólido, ha crecido y cuenta con la experiencia de haberse equivocado muchas veces.
Si se confirma el rumor que circula por el paddock de que el año que viene Grosjean va a formar equipo con Nico Hulkenberg, Lotus tendría uno de los equipos más potentes del Mundial. Grosjean sería quien mejor conocería al equipo y, por tanto, partiría como primer piloto; pero Hulkenberg estaría siempre ahí, presionando, buscando confirmar la calidad que ya ha estado apuntando esta temporada con un Sauber que se está mostrando muy fuerte en las últimas carreras.
Ayer, en Suzuka, Grosjean presionó a Vettel mientras pudo. Lideró la carrera y acabó tercero. Pero su batalla final con Webber, cuando el australiano llevaba neumáticos blandos nuevos y, por tanto, era mucho más rápido, fue brillante. Es más, retuvo a Webber detrás y le impidió tener tiempo para alcanzar a Vettel. Evidentemente, el australiano le superó y acabó segundo. Pero eso no resta mérito ni a Grosjean, ni a Lotus, que ha evolucionado su coche hasta convertirlo en uno de los tres mejores del Mundial, junto a Red Bull y Mercedes. Y muy por encima de Ferrari. Y esa será la base de la que partirán los equipos en la próxima temporada.
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