Vettel se luce en Suzuka, un circuito de los de antes

La mayoría de la parrilla coincide a la hora de catalogar el Gran Premio de Japón (carrera el domingo a las 8.00, A3) como uno de los mejores de todo el calendario, y no solo por la incondicionalidad de la hinchada local, adorable, absolutamente entregada y a la vez tan respetuosa. A los pilotos les encanta ir a Suzuka porque es un circuito de los de antes, tan rápido como técnico y hasta un punto peligroso. No es extraño, pues, que en la primera jornada de entrenamientos se vieran una infinidad de salidas de pista, más de lo que viene siendo habitual los viernes, muchos trompos e incluso varios accidentes como los que sufrieron Bianchi (Marussia), Van der Garde (Caterham) o Maldonado (Williams), a quien se le salió una rueda del Williams por la mañana y terminó estampado contra las protecciones por la tarde. Del baile no se libró casi nadie; ni Alonso ni Raikkonen ni tampoco Vettel, que hizo alguna que otra excursión.

El alemán, el más rápido del día por delante de Mark Webber, su compañero en Red Bull, se proclamará tetracampeón del mundo mañana siempre que cruce la meta como ganador y el español de Ferrari no lo haga entre los ocho primeros. Alonso no pudo pasar de la décima plaza, a más de un segundo de distancia del corredor de Heppenheim.