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Contra Nole y la historia

Nadal estrena el número uno perdiendo ante Djokovic ● El serbio marcará su asalto a la Copa de Maestros, el gran trofeo que le falta

Juan José Mateo
Djokovic celebra su título en Pekín.
Djokovic celebra su título en Pekín. Ed Jones (AFP)

Dos números uno se enfrentan en la final de Pekín. Sobre el rápido cemento chino, Rafael Nadal, que hoy estrena el puesto, cae 2-6 y 4-6 contra Novak Djokovic, el que se sentaba en el trono hasta ayer. Es una derrota sin paliativos: Nole solo cede seis puntos con su saque; domina porque dispara el 33% de sus tiros a un palmo de la línea de fondo, por el 16% de los de Nadal; y firma una victoria que es todo un aviso, toda una amenaza, la promesa de que la lucha por los grandes títulos seguirá siendo a brazo partido y con uñas y dientes.

El español, que perdió su primer partido del curso sobre cemento (26-1), tiene 27 años. El serbio, 26. Si su presente es el Masters 1000 de Shanghái, que se disputa esta semana (C+ y Tdp), su futuro es la leyenda: quien domine la rivalidad que ha protagonizado más partidos en la historia del tenis (38, repartidos por todas las categorías de torneos) será el que acabe redondeando los objetivos que le mantienen aun en activo. Nadal, campeón de 13 grandes, cuatro Copas Davis y un oro olímpico, busca la Copa de Maestros, el único gran trofeo que le falta. Djokovic, ganador de seis grandes, una Davis y un bronce olímpico, Roland Garros, que le falta para completar el Grand Slam. Esos dos huecos en sus respectivos currículos no son casuales: Nole es el campeón actual del torneo de los maestros, y Nadal del parisino. Cada uno defiende con celo su guarida, que es lo que ambiciona el otro.

“Y en ese sentido”, dijo Djokovic, destronado al número dos mundial; “esta victoria es mentalmente importante para mí”. “Esta temporada he estado irregular. He perdido unos cuantos partidos contra Nadal [semifinales de Roland Garros y Montreal; final del Abierto de EE UU] que eran muy importantes para mí”, continuó. “Aprendí mi lección. He sido capaz de mantener una calma emocional en los momentos cruciales. Logré estar sereno y no perder la concentración. Mirándolo desde esa perspectiva, esta victoria ha sido muy importante para mí. De alguna forma, me tranquiliza y ayuda a seguir intentando jugar el tipo de tenis que jugué en la final”.

Con 38 duelos y sin llegar a los 28 años, ya son la pareja que más veces se ha enfrentado

“Y yo”, dijo Nadal, que admitió sin ambages la superioridad de Nole, que consiguió maximizar la velocidad de la pista china para tirar golpes muy planos; “voy a estar al frente del ránking durante unas semanas, y necesito jugar bien para intentar terminar como número uno al final de la temporada. Si no, no tendré esa oportunidad”. “Pero eso no me importa mucho ahora”, subrayó. “He vuelto al número uno, algo que pensaba que no iba a hacer nunca más. Si estoy aquí es para disfrutar ahora de la situación y recordar que estoy jugando una de las mejores temporadas de mi carrera y probablemente uno de los años más emotivos, si no el que más por muchas razones”, recordó el mallorquín, de vuelta al número uno tras cerrar en febrero un periodo de siete meses de baja por lesión. “La temporada ha sido dura y al mismo tiempo muy productiva. Dura porque empecé tarde [en febrero, tras el Abierto de Australia] y he disputado todos los partidos posibles. Y estoy feliz por todo. Intentando seguir trabajando duro como siempre para continuar así”.

Roger Federer, con 17 grandes quizás el mejor tenista de todos los tiempos, tiene 32 años y no ha ganado ningún grande en 2013. Andy Murray, de 26, acaba de ser operado de la espalda, quizás no vuelva a competir hasta 2014 y lucha por digerir el éxito que supuso coronarse como el primer británico campeón de Wimbledon en 77 años (Fred Perry). David Ferrer, que en las próximas semanas podría arrebatarle al británico el número tres y así lograr que por primera vez coincidan dos españoles en el top-3, vive un momento peliagudo, con claroscuros desde que se dobló el tobillo en Wimbledon. Nadal y Djokovic, que pueden ser amenazados por otros puntualmente, parecen depender de su Némesis para ponerse la nota final de temporada. Entre la historia y Nadal está Djokovic. Entre la historia y Djokovic está Nadal, que con 102 semanas al frente del ránking probablemente piense que es imposible alcanzar el récord de 302 (Federer) con alguien como Nole echándole el aliento en el cogote.

Vuelvo a estar al frente del ránking. Pensaba que no lo iba a lograr nunca más

Durante las próximas cuatro semanas, Nadal tiene asegurado el trono. En teoría, le esperan Shanghái, Basilea y París. Tres torneos a los que llegará agotado por una temporada en la que solo ha perdido cuatro partidos e impulsado por una ilusión: arrebatarle a Djokovic su título de maestro de maestros en el torneo que se disputa en Londres desde el 4 de noviembre. Un enfrentamiento para siempre.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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